Por: Luis Ignacio Palacios.
Nada afecto es el escriba a inmiscuirse en el pantanoso mundo de los culturosos de Tepic; menos ser protagonista de lances contra la política cultural de un gobierno; y todo porque me resulta absolutamente abominable ser parte del dilecto grupito que se auto declararon que son una comunidad de artistas e intelectuales y que por tal designio, los dioses del Olimpo les heredaron por siempre las becas de Conaculta, los puestos dirigentes del Cecan y ahora de la Secretaría de Cultura, creada sobre las rodillas en la final esquizofrenia del sátrapa que precedió al actual gobernante.
Dicho lo anterior con toda la reserva del
mundo, me meto en berenjenales a propósito del festivo margallate que se ha generado con las expresiones de repudio contra la titular de la SC que Roberto Sandoval puso ahí; (dicen que no tiene el perfil) y que se han potenciado al tener conocimiento la sociedad y todos los culturosos, del singular programa de actividades que ha programado el gobierno estatal, para la versión de este año del Festival Cultural “Amado Nervo”.
Una sociedad como la nuestra, donde cualquier muestra de espontaneísmo que pretensiosamente se autocalifica de “cultural” como mal pergeñar versos sin métrica ni perceptiva literaria, hacer libritos de caló regional, publicar cuentos que son malos refritos de los clásicos de la lengua española, en fin, a la que decididamente le interesa un soberano comino la política cultural del gobierno del Estado, aguanta todo desfiguro, como el hecho consumado que nuestros gobernantes, sean voceros e impulsores de la mediocridad extrema, la zafiedad mayúscula y la manipulación ideológica estólida que de manera cotidiana le endilga al pueblo de México, el “canal de la estrellas” la empresa Televisa, constituída en un poder “fáctico” en el escenario nacional.
Quisiera colegir que de menos el gobierno y sus funcionarios tiene claro el concepto “cultura” hagamos un ejercicio simple, gramatical, “cultura” es su acepción simple es el “conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar un juicio crítico” lo que implica que ese “alguien” tiene la suficiente preparación y acumulación de conocimientos para ver con suficiencia la sociedad y emitir juicios críticos.
Otra; cultura es, el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época determinada y perteneciente a un determinado grupo social. La “cultura” tiene graduaciones y ámbitos de pertenencia; la “cultura física” es el conjunto de conocimientos sobre gimnasia, deportes y su práctica, conocimientos que están orientados al desarrollo pleno de las facultades corporales de sus practicantes.
La “cultura popular” es la acumulación de costumbres que perviven en la evolución de un pueblo, manifestaciones por medio de las cuales se expresa la vida y tradiciones de sus componentes.
NO, NO ES FOLKLORE
A contrario el folklore o folclor, nos es cultura, aunque puede ser parte de aquella, ya que el folklore es el conjunto de creencias, costumbres, atavismos, artesanías, credos, y demás signos que hacen característico a un pueblo. ¿Las muestras artesanales de los artistas de nuestras etnias es cultura..? es folklore; y su música sería “cultura popular”, y en este rango quedaría metida la música de mariachi, de bandas y demás géneros que son la materia de los abominables programas de Televisa.
Los “artistas” que crea y masifica Televisa, son protagonistas de la cultura popular, Emanuel con su voz de pito de calabaza, es un cantante medianamente popular, merced a su matrimonio con una hija de un directivo de dicha empresa; Ely Guerra es una guitarrista y rockera mexicana que ganó en 2009 un Gramy Latino por un álbum musical de su autoría; en su casa la conocen, y es, un producto comercial de consumo popular.
Pablo Milanés, es, un excelente músico y compositor cubano, cuya mayor aportación fue el romanticismo que surge un una sociedad
como la cubana, único territorio libre (en la sexualidad) de América Latina; sus composiciones con sus giros idiomáticos han convertido a miles de personas de clase media y alta en sus fan´s; el músico cubano, es representativo de la cultura popular de su país; conocido en todo el mundo es una estrella internacional, en el gobierno de Antonio Echevarría no pudieron traerlo por el alto costo de sus honorarios.
La crítica acerva al gobierno actual y de su culturosa secretaria del ramo, no aporta la naturaleza de sus apetitos; la música “clásica”, las artes visuales “clásicas” son tales porque tienen un rasgo característico, son muestras de la excelencia y de la elaboración superior a la que puede llegar el ser humano, que tiene un periodo determinado 1750-1820, cuando se crearon las composiciones más destacadas que han llegado hasta nuestros días; y hablamos de Mozart, Haydn, Händel, Beethoven, entre otros.
Tenemos que distinguir de las expresiones populares de Televisa y la música que nos gusta a quienes ejercen el oficio de pensar; el Jazz mexicano –por ejemplo- tiene a Betsy Pecamin´s una extraordinaria exponente que no le pide nada a Norah Jones; la música académica o mal llamada culta, que interpreta a los clásicos y post clásicos es un deleite para aquellos que tienen medianamente desarrollado el sentido y la percepción de la evolución musical de nuestra sociedad.
Finalmente, todo es cuestión de gustos, que el gobierno promueva lo popular que linda en lo populachero, pues sí es un problema de interpretación, sobre el diseño de su política pública en este rubro, dado que no hubo la exégesis sobre los fines superiores del Estado, para que nos diga que se persigue, ¿distracción y entretenimiento..? o porqué no explorar los procesos de educación compensatoria con entretenimientos que contengan música y artes plásticas y visuales, para sensibilidades superiores.
Al escriba le gusta, la marimba chiapaneca, los sones veracruzanos con Arpa, el mariachi mexicano clásico (no Juan Gabriel ni sus joterías) los corridos del Venado Azul, y todo esto es música popular; pero debemos entender que ningún gobierno se va a arriesgar a traer música de Cámara o sinfónica, o ballet clásico o contemporáneo, géneros desconocidos por el lumpenaje y la chaviza que adora a Roberto Sandoval.
Pero sí debemos registrar que, dada la talla del homenajeado, el Festival “Cultural” Amado Nervo, debiera tener al menos un matiz culturoso, académico, donde lo mejor de las letras y los escritores contemporáneos hagan sus disquisiciones sobre el tiempo que vive la cultura en nuestro país; y sí, para doña Yeniria Catalina y su patrón, nada mal sería explorar un nivel superior de espectáculos, que no provengan de la zafiedad de Televisa.
Contacto luisi48@prodigy.net.mx
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