Cuando te diste de alta en el IFE para obtener tu credencial para votar, automáticamente te integraste a una lista de nombres que el IFE llama lista nominal y junto con los datos que tiene el IFE (que tú aportaste) van integrando el Padrón Electoral.
El Padrón Electoral fue revisado por 300 comisiones distritales, 32 estatales y una nacional, en donde participan representantes de todos los partidos políticos y todo fue aprobado sin impugnación, por lo que tu partido ya la revisó y si tú quieres puedes revisarla para ver si apareces.
Esta lista no puede ser reproducida o fotocopiada, ya que tiene elementos de seguridad que no lo permiten, por lo que es falso que haya listas que los partidos modifican.
Cuando asistes a votar, debes llevar tu credencial, éstas son infalsificables y en caso de que alguien trajera una falsa (que lo dudo porque tienen 19 elementos de seguridad) tendría que ser un clón de las que están en el padrón de esa casilla y votaría por una persona que ya no podría después votar, ya que van palomeando en la lista a quiénes votan; es decir, si son 100 personas las que tienen que votar en la casilla, hay 100 boletas electorales y 100 nombres en la lista.
El IFE nos acomoda territorialmente en una casilla, tienen un proceso de distribución geográfica y estadística, y en la casilla electoral que te toca la integran funcionarios de casilla que no son funcionarios del IFE, sino ciudadanos residentes de la sección electoral, seleccionados mediante sorteo (ahora fueron ciudadanos nacidos en los meses de diciembre y enero y que la primera letra de su apellido paterno inicie con la letra “S”). Ellos actúan como presidentes, secretarios y escrutadores; es decir, ciudadanos que aceptan recibir y contar los votos de sus vecinos; también en la casilla debe haber un representante de cada partido político, asimismo puede estar cualquier ciudadano como observador.
Las boletas electorales son custodiadas por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y de la Marina Armada de México (SEMAR).
Cuando llegas a la casilla, afuera hay unos listados y te buscas, si te encuentras es donde puedes votar, generalmente ponen las casillas electorales en escuelas y tienen letreros afuera de los salones. Llegas, les muestras tu credencial, si se ve sospechosa tienen una maquinita que identifica si es auténtica (como la de los billetes) te buscan en la lista, te marcan el dedo con la tinta indeleble que permanece en la piel no menos de 10 horas, resiste solventes de uso común, es visible en la piel en el momento de su aplicación, seca en 15 segundos con bajo grado de toxicidad, no irritante de la piel.
Después pasas a una “casita” que el IFE llama cancel electoral que cuenta con dos espacios, cada uno con tres paredes y una cortina para que el elector pueda votar solo, en libertad y en secreto, por los candidatos de su preferencia. Nadie puede entrar al cancel junto con el elector, salvo en casos en que el ciudadano no sepa leer o esté físicamente impedido para marcar su boleta. Únicamente en esos casos podrá ser asistido por una persona de su confianza. (si te das cuenta aunque te den despensa y dinerito no saben por quién votaste por lo que puedes votar por quien se te pegue la gana).
Posteriomente, sales de ahí y lo pones en una urna, las que están elaboradas de material plástico transparente, plegable y armable. Sobre la cara superior de la urna se localiza una ranura con dimensiones de 12 cm de largo por 3 mm de ancho, de modo que sólo se pueda introducir una boleta doblada a la vez. Al instalar las casillas electorales, el presidente de la casilla debe armar las urnas en presencia de los funcionarios de casilla y representantes de los partidos políticos y coaliciones. Lo anterior, para verificar que estén vacías.
Seguro que hay muchas personas con intereses que quieren que este proceso no se dé como lo estoy narrando, pero de nosotros depende el defenderlo, actuando con respeto, integridad y honestidad.
No te creas todo el ambiente que están creando los diferentes partidos, el IFE es confiable, tus vecinos también, el ejército mueve los votos, los partidos vigilan todo el proceso. No hay forma de fraude; todo lo que se dice son gritos desesperados por lograr que la gente vote por el partido de su preferencia.
Cuando hay una anomalía en este proceso se registran y se resuelven en el tribunal electoral,no se queda así, sólo hay que hacerlo sin violencia, ya que ésta no nos conduce a nada.
Mucho éxito con tu voto y ¡salud por la democracia!
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