En el olvido (los olvidados)

Por: Morkal Acosta Ibarra.

 

En el olvido nos hacemos.
Creemos que en el olvido
encontramos refugio. Que
algo divino escudriñara
y nos sacara bebiendo
a tragos de sus manos,
ese escaso elixir del amor.

Ya los olvidados se encuentran
muertos, vacíos, inmensamente,
amargamente muertos. Les duele
hasta el hueso. Hasta gemir
en llantos de amargo silencio.
Les duele, les duele y mueren.

Sacian su sed de amor en letras,
en musica, en cigarros o en noches
largas, eternas, como su dolor.
Se ahogan. Súbitamente se van
quedando solos. Gritan a los
sordos su desconsuelo. De sus
ojos vierten hieles que los ciegos
no ven. Esperan como locos
palabras sabias de algún mudo.

Ya los olvidados en su olvido,
se empeñan en crear metáforas
de amor. Apaciguan su necesidad
con quimeras en sus recuerdos.
Poco a poco se van drenando
por dentro hasta quedar vacíos,
simplemente, asquerosamente vacíos.

Se van de esta vida, como grandes
navíos que nadie recordara.
Porque son olvidados y nada mas.
Son humanamente olvidados, deseosos
por un rayo de luz, alguna caricia
de amante, de una palabra al oído.

Los olvidados que no se consumen,
porque yacidos en la muerte se están.
Se transforman en sombras, en ese
hálito frío que exhalan los cuerpos.
Se vuelven pobres. Pobres de la
cabeza a los pies.

Encajonados como peces en pecera,
dan vueltas en su cama pensando
¡Cuando voy a vivir, cuando!
Débiles de piernas, no caminan.
Se quedan parados a esperar la
muerte, a que el tiempo coma
sus entrañas, que desechas están.

Ese grito nocturnal del tren
les es tan familiar. Se embriagan
para curar su mal y después
lo hacen de nuevo. Pobres, ilusos,
muertos, carcomidos por el miedo
los olvidados, que vienen y van;
Y se van, se van sin renegar

Francisco Gpe. Acosta Ibarra (morkalacosta@gmail.com)
@MorkalAcosta