Relatos de la ciudad
Por: Isaac Cárdenas Valdez.
Iba a la clínica del ISSSTE cuando se me acerca una señora de edad adulta, estaba muy agitada y me pregunta ¿Aquí cómo se cruza? Me quedé un poco sorprendido debido a que el puente peatonal estaba enfrente, observé de manera detallada y aún no estaba en condiciones para usarse, lo peor de todo es que existía una valla para impedir que los peatones crucen a la mitad de la calle, la acompaño al semáforo le dije.
Ser peatón en Tepic es un verdadero reto, a pesar que el mismo reglamento municipal lo sitúa en el lugar más alto de respeto, la realidad supera a cualquier ley, caminar la ciudad resulta un acto de valentía, no existen banquetas dignas para que cualquier persona pueda transitar sin ningún riesgo, podemos ver que en la misma acera existen rampas para automóviles, casetas telefónicas, negocios y postes invadiendo toda circulación, pero lo más grave, los mismos carros estacionados en las aceras sin que ninguna autoridad intervenga.
En la capital no existe algún tipo respeto a los peatones.
De la nada aparecen misteriosos portales “tele transportadores” mal llamados para-buses, que una persona con una carriola o silla de ruedas, simplemente no pueden andar, esto es el resultado de una mala planeación urbana, si se encuentran de frente las grandes avenidas o carriles “inteligentes” que originalmente fueron pensadas para agilizar el tráfico, cada día se ven superadas y rebasadas con la cantidad de vehículos en la ciudad, dejando aún lado a quien va a pie o en bicicleta.
Pero ¿Qué hacen nuestros gobiernos para detener esto?
Lejos de promover otro tipo de movilidad sustentable (mejoramiento del trasporte público, ciclo vías, calles peatonales) optan por construir, ampliar y otorgar un valor significativo a las avenidas, al mismo tiempo minimizan la ciudad, promoviendo el uso indiscriminado del automóvil, mientras que en Nueva York como Times square, las vuelven peatonales y algunas avenidas que tenían 5 carriles para coches las volvieron de dos.
Los otros tres los destinaron, uno para un carril exclusivo de transporte público, otro para ciclovía de ida y vuelta y el otro para aumentar las banquetas…
Otro ejemplo es Hamburgo autopistas completas convertidas en parques; pero no hay que irnos tan lejos, en la Ciudad de México (calle 16 de septiembre) cierran avenidas al paso vehicular para hacerlas peatonales y han aumentado su valor cinco veces pero en Tepic sucede todo lo contrario, hacen y proponen avenidas de 6 u 8 carriles, siendo un suicidio en ciudades pequeñas en donde la mayoría camina, usa bicicleta, caballo o el transporte público.
El modelo actual de desarrollo marca las políticas públicas en torno a la movilidad, alarmarte que según estadísticas del INEGI en Nayarit, en solo diez años, pasó de 118, 177 automóviles a 357,431 es decir se incrementó el 300% en tan poco tiempo.
La realidad es que para Nayarit los peatones son un estorbo, el mejor ejemplo son los puentes peatonales, dando paso al rey: el auto.
El tema es un poco engañoso, dichos puentes parecen una solución orientada a la seguridad de las personas, así, los peatones no están expuestos al tráfico vehicular, pero no es así. Los puentes no benefician a las personas y muchas veces las tachamos como inconscientes porque se cruzan por debajo de un puente peatonal, 
pero, si la mayoría de las personas no usan el automóvil ¿Por qué beneficiarlos en todo momento?
Allí existe una contradicción en los reglamentos y las leyes que ponen en un altar al peatón, cuando el estado invierte en todo lo contrario, la movilidad motorizada.
A Tepic le urge un plan de movilidad integral, donde se implementen los reglamentos. Necesitamos un transporte público digno donde se vea como un servicio a la comunidad no un negocio de particulares, se necesita una campaña de comunicación que despierte la conciencia hacia un cambio en el uso del espacio público; banquetas dignas que no sean invadidas por carros estacionados o negocios ambulantes, el criterio para establecer el ancho mínimo de una banqueta debería ser que dos personas en silla de ruedas puedan pasar cómodamente, necesario promover una cultura vial de respeto.
La calle es todos y para todos, tenemos que compartirla entre autos, ciclista, transporte público y peatones.
Y tú ¿En qué ciudad quieres vivir?