Ludwig van Beethoven
Ludwig van Beethoven, nació en Bonn, actualmente Alemania, el 17 de diciembre de 1770, en el seno de una familia de origen flamenco, su padre, ante las evidentes cualidades para la música que demostraba el pequeño Ludwig, intentó hacer de él un segundo Mozart, aunque con escaso éxito.
La verdadera vocación musical de Beethoven no comenzó en realidad hasta 1779, cuando entró en contacto con el organista Christian Gottlob Neefe, quien se convirtió en su maestro. Él fue, por ejemplo, quien le introdujo en el estudio de Bach, músico al que Beethoven siempre profesaría una profunda devoción.
Miembro de la orquesta de la corte de Bonn desde 1783, en 1787 Ludwig van Beethoven realizó un primer viaje a Viena con el propósito de recibir clases de Mozart. Sin embargo, la enfermedad y el posterior deceso de su madre le obligaron a regresar a su ciudad natal pocas semanas después de su llegada.
En 1792 Beethoven viajó de nuevo a la capital austriaca para trabajar con Haydn y Antonio Salieri, y se dio a conocer como compositor y pianista en un concierto que tuvo lugar en 1795 con gran éxito. Su carrera como intérprete quedó bruscamente interrumpida a consecuencia de la sordera que comenzó a afectarle a partir de 1796 y que desde 1815 le privó por completo de la facultad auditiva.
Los últimos años de la vida de Beethoven estuvieron marcados también por la soledad y una progresiva introspección, pese a lo cual prosiguió su labor compositiva, e incluso fue la época en que creó sus obras más impresionantes y avanzadas.
Sus apariciones en público eran cada vez más infrecuentes. El 22 de diciembre de 1808 Beethoven dio uno de sus últimos conciertos en vivo, en una larga jornada que incluyó el estreno de la Fantasía para piano, orquesta y coro Op. 80, las sinfonías Quinta y Sexta, el Concierto para piano n.º 4 Op. 58, el aria Ah perfido! y tres movimientos de la Misa en do mayor Op. 86. Tuvo como alumno al archiduque Johann Joseph Rainer Rudolph, hermano del emperador, y eventualmente se convirtió también en su más grande benefactor. En 1809, Beethoven no estaba conforme con su situación en Viena, especialmente bajo el aspecto económico. Entonces se planteó la invitación de Jerónimo Bonaparte, para dejar Viena y trasladarse a Holanda. Su vieja amiga la condesa Anna Marie Erdödy, logró convencer a Beethoven para que se mantuviera en Viena con la ayuda de sus más ricos admiradores, entre los que se encontraban el archiduque Rudolf, el príncipe Lobkowitz y el príncipe Kinsky, que ofrecieron a Beethoven una pensión anual de 4000 florines, lo que le permitió vivir sin preocupaciones económicas. La única condición que le pusieron fue no abandonar la ciudad de Viena, condición aceptada por el compositor. Dicha pensión lo convirtió en el primer artista y compositor independiente de la historia, ya que anteriormente los músicos y compositores (Bach, Haydn y Mozart incluidos) eran sirvientes en las casas de la aristocracia, formando parte de su personal doméstico y componiendo e interpretando según sus amos les pedían. En cambio, las condiciones del arreglo al que llegó Beethoven con sus benefactores daban libertad al compositor de componer lo que él quisiera, bajo demanda o no, y cuando él quisiera.
Obras de Ludwig van Beethoven
La tradición divide la carrera de Beethoven en tres grandes períodos creativos o estilos, y si bien el uso los ha convertido en tópicos, no por ello resultan menos útiles a la hora de encuadrar su legado.
La primera época abarca las composiciones escritas hasta 1800, caracterizadas por seguir de cerca el modelo establecido por Mozart y Haydn y el clasicismo en general, sin excesivas innovaciones o rasgos personales. A este período pertenecen obras como el célebre Septimino o sus dos primeros conciertos para piano.
Una segunda manera o estilo abarca desde 1801 hasta 1814, período este que puede considerarse de madurez, con obras plenamente originales en las que Ludwig van Beethoven hace gala de un dominio absoluto de la forma y la expresión (la ópera Fidelio, sus ocho primeras sinfonías, sus tres últimos conciertos para piano, el Concierto para violín).
La tercera etapa comprende hasta la muerte del músico y está dominada por sus obras más innovadoras y personales, incomprendidas en su tiempo por la novedad de su lenguaje armónico y su forma poco convencional; la Sinfonía n.º 9, la Missa solemnis y los últimos cuartetos de cuerda y sonatas para piano representan la culminación de este período y del estilo de Ludwig van Beethoven.
En estas obras, Beethoven anticipó muchos de los rasgos que habían de caracterizar la posterior música romántica e, incluso, la del siglo XX. La obra de Ludwig van Beethoven se sitúa entre el clasicismo de Mozart y Haydn y el romanticismo de un Schumann o un Brahms . No cabe duda que, como compositor, señala un antes y un después en la historia de la música y refleja, quizá como ningún otro –a excepción de su contemporáneo Francisco de Goya–, no sólo el cambio entre el gusto clásico y el romántico, entre el formalismo del primero y el subjetivismo del segundo, sino también entre el Antiguo Régimen y la nueva situación social y política surgida de la Revolución Francesa.
Efectivamente, en 1789 caía La Bastilla y con ella toda una concepción del mundo que incluía el papel del artista en su sociedad. Siguiendo los pasos de su admirado Mozart, Ludwig van Beethoven fue el primer músico que consiguió independizarse y vivir de los encargos que se le realizaban, sin estar al servicio de un príncipe o un aristócrata, si bien, a diferencia del salzburgués, él consiguió triunfar y ganarse el respeto y el reconocimiento de sus contemporáneos.
Datos Curiosos de Beethoven
– Su primer actuación fue a los 7 años, un 26 de marzo de 1778, pero su padre alegaba era de 6 años, destacando su genialidad y precocidad.
– A los 11 años publicó su primera composición: Nueve variaciones sobre una Marcha de Ernst Christoph.
– Su sordera comenzó a una edad muy temprana, pero nunca se supo el origen de esta, algunos investigadores afirman que de acuerdo a los escritos del artista simplemente fue una progresiva pérdida de audición a pesar de los tratamientos recibidos.Una de las hipótesis de su sordera es el surgimiento de neuro labyrinthitis u otospongiose, algunos alegan provocada por sífilis.
Se dice que a Beethoven no le gustaba tocar en escenarios altos debido al vértigo que padecía gracias a la labyrinthitis.
– Antes de componer solía echarse agua helada en la cabeza.
– Fue un hombre solitario, nunca se casó y no se le conoció una pareja estable.
– Desarrolló más de 80 obras:
Piano: 32 sonatas
Cámara: 16 cuartetos de cuerda, 7 tríos, 10 sonatas para violín y piano
Vocal: Lieder, 2 misas y 1 ópera; Fidelio
Concertante: 5 conciertos para piano y orquesta, 1 para violín y orquesta
Orquestal: 9 sinfonías y oberturas entre la que destaca el ciclo de las Nueve Sinfonías y la Tercera conocida como Eroica.
– Beethoven sufrió de diversas enfermedades tales como mala digestión, dolor abdominal crónico, cirrosis hepática, nefropatía, pancreatitis crónica, irritabilidad, depresión, así como alteraciones gastrointestinales, bronquiales, articulares y oculares.
– Antes de su muerte Beethoven expresó que después de su muerto sus restos fueran usados para conocer la causa de su enfermedad y muerte y así evitar que otros padecieran lo mismo.
– Falleció a los 56 años de edad, según se sabe de insuficiencia hepática o diabetes, mientras que gracias a los estudios que se le hicieron a mechones de su cabello y un fragmento de su cráneo se sabe tenía altas concentraciones de plomo, lo que se conocía como saturnismo, se dice fue por el agua contaminada que consumía alegando propiedades curativas, mientras que otros alegaban provenía de los vasos que usaba. Se dice el saturnismo fue el culpable de los frecuentes problemas estomacales que sufría, además de las depresiones y el cambio de personalidad, que sufrió desde los 20 años.
Tomado de: Biografias y vidas y Arte linio
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