Los cuatro pilares de la educación

antroponotas de Nayarit

El acercamiento conceptual al tema de la educación integral nos lleva a valorar la propuesta de “los cuatro pilares de la educación”, como cuatro de los ejes de aprendizaje fundamentales a lo largo de la vida, que nos permiten adquirir conocimientos. Esta lectura es de gran impacto por su sencillez, la facilidad para relacionarlo con la multiplicidad de experiencias del visitante, independientemente de su origen o nivel de estudios formales.

Es así como los cuatro pilares de la educación: aprender a hacer, aprender a conocer(aprender), aprender a ser y aprender a vivir juntos serán la base y el punto de referencia del primero de los discursos museológicos permanentes del Museo Internacional de la Educación. Los pilares se entienden como hilo discursivo del museo en todos sus niveles operativos y permiten relacionar los temas abstractos, con situaciones históricas, así como experiencias locales o universales.

La importancia de los pilares es fundamental para la construcción del museo, por lo cual vale la pena conocer más a fondo estos cuatro pilares. Etimológicamente, pilar proviene de la palabra latina Pila, ae. en el sentido de pilastra, columna, y su significado primero hace referencia a montón, rimero, rima o cúmulo de alguna cosa que se va poniendo sobre otra1.Todas las lenguas romances, las anglosajonas y germánicas (Pillar) lo han adoptado desde el siglo XVII, con el significado de apoyo vertical en edificios cuyo sinónimo más común es “columna”.

Pensando la educación como un edificio, los cuatro pilares de la educación son los que sostienen este edificio. Pero el edificio se constituye no solo de los pilares, sino también con otros elementos. En otras palabras, los pilares son sostén para que todo el edificio cumpla su función; no tienen finalidad en sí mismos. Cuanto de ellos vale, es su vinculación para hacer que el edificio que sustentan cumpla su razón de ser.

a.- Aprender a hacer:

La persona no se realiza humanamente si no “SABE HACER”, de ahí surge el aprendizaje de la técnica. Con ella, busca el dominio de la materia, porque la materia se le presenta como ese elemento que no puede nunca disolver totalmente en el pensamiento o en el querer; ese elemento en el cual el hombre se siente apresado y que descubre que no es completamente él mismo; ese elemento que le pertenece, y sin embargo no es completamente su existencia.

Aprender a hacer es aquel pilar que está ligado al mundo del trabajo. Los aprendizajes que incluye este pilar deben equipar a las personas para hacer los tipos de trabajos que necesitamos para el futuro, los cuales van a requerir la capacidad de adaptación y aprendizaje de nuevas funciones y tareas. Hoy en día aprender a hacer ya no puede significar capacitar a las personas para que realicen una tarea física en un proceso de fabricación. La formación de habilidades tiene que evolucionar y volverse más de un medio para realizar un trabajo. En este contexto los aprendizajes relacionados a es pilar han ido cambiando de enfoque:

-De habilidades certificadas a competencias personales.
-Del trabajo físico a las industrias de servicio. Así mismo, la educación tiene que contemplar que muchos servicios se definen en un primer lugar en términos de relaciones interpersonales, por lo que la información y comunicación han adquirido un papel fundamental.
-El espacio de trabajo en la economía informal.

Parte importante de la población mundial y de la población de la Ciudad de México trabaja en el sector informal donde no se necesitan calificaciones específicas de trabajo; más bien, el conocimiento es fruto del conocimiento tácito. La educación cumple con la meta de alcanzar una participación formal o informal en el desarrollo. Esto incluye a la vez habilidades sociales y ocupacionales.2 Los aprendizajes y conocimientos del hacer están en constante evolución y también son diversos en todo el mundo. El museo busca representar esto, valorando a la vez aquellos conocimientos anteriores que se volvieron superfluos y los que aún tienen vigencia.

b.- Aprender a conocer (a aprender)

Este pilar se refiere al dominio de herramientas de aprendizaje, no tanto a la adquisición de conocimiento estructurado. Aprender a conocer es un medio y un fin de la existencia humana. Como medio en el sentido de aprender a entender el mundo que nos rodea para poder vivir con dignidad, desarrollar habilidades laborales y poderse comunicar con otras personas. Como fin se apunta por el gusto derivado de comprender, del conocimiento y descubrimiento. Para que este pilar no solo se desarrolle en el contexto escolar durante la niñez y juventud, se deben de contemplar las oportunidades de estudios para adultos.

Aprender a conocer se relaciona con el estudio de las ciencias, que generan curiosidad intelectual, fortalecen las habilidades críticas y le permiten a las personas desarrollar sus propias e independientes juicios acerca del mundo que las rodea. Los contenidos educativos para impulsar el proceso de aprender a conocer tienen que enfocarse a través de dos vías: la educación general que fomenta vínculos espaciales y temporales entre sociedades y tiende hacer a las personas más receptivas hacia otras ramas del conocimiento y la educación especializada.

El aprender a aprender está directamente relacionado con el aprender a conocer e implica justamente la no memorización durante el aprender, sino que cada proceso de aprendizaje y adquisición de conocimiento debe ir acompañado por un proceso de cuestionamiento de porque estoy aprendiendo y para qué.

c.- Aprender a ser

Aprender a ser surge como concepto en la década de los 70, considerado por la UNESCO como el momento clave del reconocimiento de la educación no formal e informal. El aprender a ser, se define como tarea de la educación, la capacitación de cada persona para resolver sus propios problemas, tomar sus propias decisiones y cargar sus propias responsabilidades.

Este pilar se refiere a la capacitación de los seres humanos de desarrollar su propia, y crítica, manera de pensar y juzgar para poder tomar mejores decisiones en sus vidas. Como objetivo está la realización del hombre, en toda la riqueza de su personalidad, la complejidad de sus formas de expresión y sus múltiples compromisos como individuo, miembro de una familia y una comunidad, ciudadano y productor. Para lograr este objetivo, la educación debería ser un proceso altamente individualizado y al mismo tiempo una experiencia social interactiva. Ahora más que nunca la educación debe de asegurar la libertad de pensamiento, juicio, sentimientos e imaginación de las personas para que desarrollen sus talentos y pueden controlar sus vidas a lo máximo, sembrando así las bases para el progreso social.

El arte, la ciencia y la cultura son cruciales para aprender a ser, ya que estimulan la imaginación y la creatividad, siendo esta la expresión más clara de la paz. El museo como espacio contribuirá a generar los conocimientos del ser.

d.- Aprender a vivir juntos

Gracias a la revaloración de las personas y a un auténtico descubrimiento del mundo de los valores, el ser humano es capaz de establecer relaciones personificantes: de establecer y utilizar las cosas en categoría de tales, y de relacionarse por su nombre3 con las personas. De esta forma su inserción en la sociedad se convierte en auténtica realización, fuera de la cual ni la persona puede integrarse, ni siquiera identificarse.

Aprender a vivir en paz surgió por el hecho de que la violencia domina la vida en el mundo contemporáneo. Hoy en día el gran reto de la educación es educar para evitar conflictos y resolverlos de manera pacífica. Pero no únicamente los conflictos violentos representan un reto en el mundo contemporáneo, sino también el clima general de competencia el cual tiende a convertir la competitividad y el éxito personal en valores modernos. Para aprender a vivir juntos la educación debería de adoptar dos acercamientos complementarios: enfocarse desde la primera infancia en el descubrimiento de otras personas y fomentar el involucramiento en proyectos comunes a lo largo de la vida.

Para aprender a vivir juntos hay que enseñar la diversidad humana, y para esto hay que ir descubriendo lo otro y formular metas comunes. El museo como proyecto participativo de construcción de un futuro fomenta el aprender a vivir juntos, así como los demás aprendizajes representados por los pilares de la educación.
Fuente: Museo Internacional de la Educación. Ciudad Educadora y del Conocimiento. Convenio UNESCO-SEDF.31-Agosto-07
Rmendez1960@hotmail.com

@RMendezL

1 En portugués, la palabra pilar tiene sus raíces más cercanas en pilha (pilha de madeira, de sardinhas; nada que ver con el verbo pilhar: roubar o surpreender y menos con la palabra pia: pia bautismal; ni con mexa na pia) ya que pilha se registra desde Bluteau y Moraes como palabra antigua y popular proveniente quizá del catalán mercantil; y también se vinculó con la construcción tanto pilha como pilar.

2 La educación encierra un tesoro, UNESCO 1997, capítulo 4.

3 Para los hebreos, los chinos y los pueblos prehispánicos así como para la filosofía contemporánea (Husserl, Sartre, Merleau-Ponty, Levitas) el nombre de una persona representa la persona misma como concepto de alteridad, como la presencia necesaria del otro, no sólo para la existencia y constitución del propio yo, sino sobre todo para la constitución de la inter-subjetividad. Por ello, nombrar al “otro” por su nombre es invitarlo a ser en otro, con otro, es decir, a compartir su tiempo y en él la propia historia.

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