Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez.
La forma irresponsable de quitarle el dinero a los necesitados, es –entre otros muy conocidos- el prestarles con intereses altísimos, y a fines de la semana anterior, en el pleno del Congreso del Estado, los diputados que integran la XXX legislatura aprobaron por unanimidad aplicar reformas al código penal para tipificar como delito la usura, con penas que pueden llegar a los seis años de cárcel. (Que aquí entre nos debieran ser castigados con cadena perpetua).
Según el columnista michoacano Antonio Aguilera, en todo el país, una gran cantidad de personas se encuentran inmersas en la llamada “ocupación informal” y están cayendo en las redes de la usura y agiotismo, que en estos días ocupan el primer lugar de explotación, aprovechando la coyuntura generada por la severa crisis económica por la que atraviesan, que les permite acceder a un mercado repleto de gente urgida de dinero y a la que nadie quiere dar crédito, de cuya necesidad un pequeño grupo de empresas busca sacar ventaja.
Con tasas de interés que rondan 200 por ciento, y con un costo anual total de los productos que ofertan que se dispara por encima del 300 por ciento en la adquisición de electrodomésticos hasta créditos y vehículo, la usura está disparada en el país con el anzuelo de los denominados “pagos chiquitos”, los pagos semanales, las tandas (o “cundinas”) tarjetas de débito y otras, sin que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros haga algo para proteger a la sociedad.
Dichas redes son controladas por empresas (o Grupos), que de la noche a la mañana abrieron una infinidad de franquicias: Elektra, Coppel, Famsa, Soriana, Crédito Familiar, Precrédito, Prendamex, Banco Azteca, Banco Compartamos, Financiera Finsol, y Pronegocio, son algunas de las empresas que están aprovechando la coyuntura de la parálisis económica en el país, y están liberando créditos sin control, que de acuerdo con el análisis del Banco de México y del Sistema Estatal Financiero, podrían desembocar en una nueva cartera vencida, el mismo esquema que originó el Fobaproa a finales de los 90.
El grado de interés que se manejan, (en reporte del Banco de México) sobre las comisiones e intereses de tarjetas de crédito de distintos bancos revelen lo siguiente: Santander, con 43 por ciento; Banamex (la más cara) con 65%; HSBC, 63%; Scotiabank, con 52%, entre otras, mismas que están causando un gran escándalo, mientras que en las microfinancieras las tasas son increíbles: Banco Compartamos, 150%; Financiera Finsol, 180%; Banco Azteca, 200%; Financiera Ayudamos, 210% y Pronegocio 300 por ciento.
Los anzuelos de los pobres
Datos revelados por el Banco de México, señalan que en el país al menos 600 empresas y microfinancieras ofrecen créditos con intereses de hasta 400 por ciento al año. Esta nueva ola de usura y agiotismo se extiende en redes que abarcan todo el Continente Latinoamericano, y que asumen diferentes identidades en diversos países. En México se encuentra el caso del Banco Azteca, (del Grupo Salinas), donde gente con muy poco dinero puede abrir una cuenta, pero cobran hasta 200 por ciento de interés en los créditos. Por ahí andan las Casas de Empeño.
Una deuda de 7 mil pesos se convierte al término de un año, en un pasivo de 29,400 pesos –según el Banco de México-. Pronegocio, que es una filial de Banorte, tras denominarse el banco fuerte de México en manos de mexicanos, osa cobrarles a sus compatriotas la tasa más alta con 300%. Lo mismo sucede con tiendas y cadenas comerciales y de crédito al consumo, como Wal Mart, Soriana, Coppel, entre otras.
La propia Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) advierte de casos extremos de usura en las tiendas comerciales, en su publicación mensual: En la tienda Soriana una compra de una lavadora en 3 mil 995 pesos en “pagos chiquitos semanales” dispara el CAT hasta en 398%. Lo mismo ocurre en FAMSA y las que usted ya conoce.
En los últimos tres años “han brotado” una infinidad de instituciones financieras que no son bancos o bancas sociales, donde manejan intereses de hasta 130% anual.
Control… Señores… Control… Ahora que le entra al toro, don Armando García Jiménez, Presidente de la Comisión de Gobierno Legislativo y sus 30 acompañantes de fórmula, como dice don Julio Casillas en el final de su columna: Veremos y diremos…
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