Líneas.
Por: José Ma. Narváez Ramírez.
Llegó la fecha. Hoy Siete De Junio, se celebra el Día de la Libertad de Expresión. La historia nos remonta a los tiempos de don Benito Juárez García, ex presidente de México, quien legisló para que los mexicanos se expresen libremente, derecho que se vio falto durante el Porfiriato.
“La libertad de expresión es un derecho –según el Internet- humano básico, constitucional, fundamental: Inherente y necesario a la naturaleza humana, es un catalizador de voluntades y un mecanismo represor de violencias físicas”.
“Contribuye a otros derechos y libertades fundamentales como la libertad de prensa, los derechos de reunión, de asociación y de participación política”.
La limitación de la libertad de expresión impide al individuo expresar sus propias ideas y evita que la información necesaria llegue al interesado para la toma adecuada de decisiones.
Muchos periodistas desde su trinchera lucharon por manifestar sus opiniones, tal es el caso de la tulancinguense María Luisa Rhon Landa, quien fue la primera reportera mexicana que se hizo periodista justamente en la Revolución.
Esta lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos, ya que es la lucha por expresar nuestro propio individualismo. Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más ofensiva que la consideremos, es respetar nuestra propia libertad de palabra. La libre manifestación de las ideas está consagrada en nuestra Carta Magna, en los artículos 6º y 7º, por el gobierno del presidente Miguel Alemán Valdés, quien estableció el 7 de junio de 1951 como el Día de la Libertad de Expresión en México.
El presidente Echeverría, en 1976, añade a esta celebración, la entrega en esta fecha, del Premio Nacional de Periodismo a los más destacados miembros de la prensa escrita y electrónica, por sus trabajos desarrollados durante el año anterior en los diversos géneros periodísticos.
En la actualidad en Nayarit se celebra el Siete de Junio en forma obligada, (“ahuevoluntariamente”) porque las relaciones entre la prensa y el gobierno han sido muy complejas y contradictorias, en especial por la falta de unión e integridad de quienes forman el gremio de periodistas y por la carencia de valentía de los funcionarios; se ha dicho que existe un grupo de “amigos del gobierno” que son los que reciben cooperaciones de la oficina de prensa por hablar bien del equipo en el poder, y por decir que “están haciendo las cosas en forma ejemplar”. Le sale muy caro al gobierno que los medios hablen bien de este equipo y de los candidatos, cuando no costaría nada que dijeran la verdad, que se condujeran con ética periodística.
Pero “la necesidad tiene cara de hereje” y aquellos que un día enarbolaron la bandera de la democracia y de la imparcialidad, hoy se doblan ante el becerro de oro y venden su pluma al mejor postor, aunque en ese viaje se sacrifique a Juan Pueblo, que al final de cuentas es el que paga con creces los platos rotos.
En México, por ejemplo, se consideró al catedrático Alan Arias Marín, de la UNAM, en una conferencia de prensa que dictó el pasado mayo en el marco de los Encuentros de Legalidad y Democracia: La lucha contra la inseguridad y el narcotráfico, han afectado la libertad de expresión que poco a poco se había ganado en el país y, con ello los derechos humanos han sido vulnerados.
Además, expuso el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales: “Los mismos cárteles del narcotráfico presionan a los profesionales de los medios de comunicación. “Los secuestros, los han asesinado y también hay una presión sobre la libertad de expresión que proviene del Estado. En la medida en que consideran que está en una situación de guerra, piensan que debe haber un código de unificación de información”. Arias Marín manifestó que la libertad expresión, entendida como uno de los derechos humanos fundamentales, se ha visto vulnerada y golpeada, como muchos otros derechos actualmente.
Así es que Control… Señores… Control… Vayamos ejerciendo nuestros derechos a favor de nuestra gente, y no juguemos “el juego de Juanelo” adoptando poses y acciones de “buenas personas” que solamente están engañándolo y explotándolo, corrompiendo y asesinando a nuestros semejantes. Pero si quieren enriquecerse a costa de la pobreza de los mexicanos, entonces tendrán que ponerse las pilas de que no pueden vivir pensando que están defraudando a sus compatriotas. Tienen que agarrar la onda.
132 jóvenes mexicanos iniciaron el rescate de la libertad de expresión en el país, y el próximo domingo darán la puntilla…
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