Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez.
Aprendimos en la parva mocedad, cuando principiamos a ir a la escuela, que los tiempos de secas y los de aguas estaban bien diferenciados y allá en el rancho, cuando se venían las aguas todo mundo tomaba sus providencias porque el Río Santiago se encabritaba y se llevaba no solamente el puente, que a duras penas levantaban los cargadores (a pura fuerza y lomo) con vigas y tablones, para que pasaran primeramente las personas y después, los carros y trocas.
El río al salirse de su cauce rodeaba al poblado y gracias al cerro no lo cubría por entero, pero sí padecíamos regularmente cada año la friega de quedarnos incomunicados, con las consecuencias correspondientes.
Así que por agua, no parábamos en nuestro pueblo, y aquí en Tepic, tampoco porque llovía con regularidad y el nivel freático siempre estaba cargado del vital líquido y era muy difícil que padecieran inundaciones o sequías del pelo de la actual que lleva un promedio de nueve meses sin llover (aunque ha caído una que otra tormentilla de consolación pero las cosas están tomando un sesgo inesperado)… Dicen los enterados que ya se está gestando el producto y que llegará en forma de tormenta sostenida… Ojala)…
Ahora el estiaje se debe a la mayor insolación, hay un mayor potencial de evapotranspiración (de las plantas) y de la intensa evaporación de los cursos de agua por sequía, calentamiento global o falta de lluvias.
En mi tierra se decía (de vacilada) que no llovía porque había exceso de “suripantos”… Pero no dejaba de ser una exageración, máxime que se sacaba la vacilada de que al venirse a refugiar a la capital del estado, el pueblo se recuperaba y volvía a la normalidad…
Pero lo cierto es que ya no llueve en toda la parte norte de la entidad, y el estiaje se acentúa a grados de alarma, haciéndose necesario la cooperación del gobierno estatal con el municipal para dotar de agua (con pipas) a las partes más altas del municipio tepiqueño y la vigilancia muy de cerca de las autoridades (por ejemplo en el pozo del El Guayabo, donde el Presidente de Tepic, Ing. Héctor González Curiel, se aventó día y noche supervisándolo… dicen).
Se han realizado varias reuniones en el Cabildo, en la que se han propuesto varias soluciones que van desde el acarreo de agua (previa desalinización) del mar para el uso sanitario, hasta la contratación de los servicios de una secta de chamanes para traerlos a que realicen sus bailes y ritos que según dicen, hacen llover hasta en el desierto del Sahara.
Aunque todo se resolvería si empezara a llover en forma normal, sin excesos dañinos que provoquen inundaciones, lodazales o encharcamientos peligrosos, para que se paliara el tremendo calorón que ya se parece al que hace en mi tierra en Mayo, y ya no se descompongan las tuberías de los pozos que sacan el líquido vital de los mantos freáticos y que están trabajando casi en seco.
Desgraciadamente ya pasó el día del Santo Patrono de Puerta de Mangos: San Isidro Labrador, para pedirle que nos echara una mano con las lluvias de temporada, pero parece que le pasó de noche la fecha y no quiso aguar la fiesta… Así que Control… Señores…Control… No hay más que apoquinar el fuerte calor que nos azota e ir a las albercas de los alrededores, para no desperdiciar la poca agua que nos queda, en el entendido de que no hay que asolearnos de más porque resulta que nos exponemos a quemaduras que pudieran ocasionarnos cáncer o algo parecido, así es que una zambullida y ya, porque no hay que correr riegos… Además ya estuvo bueno de seguir desenmarañando el cauce del Mololoa, porque dicen que de esta manera están espantando al Dios Tláloc… ¿Será?
Mail: jose.narvaez.370@facebook.com
Deja un comentario