Por: Luis Ignacio Palacios.
Las reformas a nuestra legislación electoral, producto de la revancha de todos los partidos políticos en contra de los poderes fácticos, el duopolio televisivo, las grandes cadenas de periódicos y la sociedad en general, a la hora de concretarse, pusieron camisas de fuerza, para sus candidatos y los gobernantes, desde el presidente de la república; consecuencia de legislar a lo pendejo.
Y lo normal, con legislación o sin ella, en todos los países que tienen procesos democráticos, el presidente, gobernadores y alcaldes, participan como agentes emblemáticos de sus partidos en pro de los votos de sus candidatos. Lo que nos confirma de manera contundente, que los amarres de una legislación son imprácticos, inservibles, obsoletos ante la dinámica de los procesos electorales.
El escenario de la sucesión no pudo estar peor para el gobierno panista, que revelaron su incapacidad orgánica para ser partido en el gobierno, afloraron sus prácticas como partido de oposición en el decurso de la campaña de su candidato; en la parte final de la temporada de proselitismo, intenta convencer a la nación para que la dejen cuidar a sus familias, en un singular contraste de sus oponentes, más que por sus cualidades propias.
Todo el rosario de mala suerte impericias y calamidades que tuvo la primera parte de su campaña, medianamente se le mejora en la parte segunda, el espaldarazo del presidente Calderón, con todos sus funcionarios de primer nivel y operadores políticos, llega demasiado tarde, si este acto de adhesiones y apoyo se hubiese dado hace tres meses, el decurso de la campaña hubiera sido otro sin duda; pero en política “el hubiera” no existe! Ahí radica el penoso tercer que compite con Amlo en los sondeos de opinión previos a la elección.
Pero vemos que el discurso de doña Josefina, no es para toda la ciudadanía, ese amplio espectro que la compone; nada dijo de los nuevos marginados, de los profesionistas frustrados sin empleo, no ofreció alternativas a los ninis, a los sub empleados, vendedores de todo lo pirateable; a los explotados sexuales, a los ancianos sin pensión; sus asertos son contra los fantasmas del populismo priísta de antes de la alternancia.
Y luego ese panismo tan excluyente..! familias de clase media alta y alta, arribistas de todo tipo, no se contaminan con el lumpenaje, no le dice nada al desclasado el discurso de la candidata; sería una verdadera proeza de movilización electoral si aspira a la victoria; un curioso individualismo que ofrece soluciones inviables para problemas colectivos que tenemos los mexicanos.
LA CAMALEÓNICA CAPACIDAD DEL PRI
Durante el largo dominio del Pri en el poder, una de sus mas excelsas cualidades fue el de su capacidad de adaptación a los avances y emergencias contestarias de la sociedad; durante décadas sus gobiernos no aplicaron la represión directa; y el eficaz corporativismo no acabó de extinguirse con la llegada del Pan al poder, una alternancia política que no se concretó por incapacidad política de los recién llegados y por que la nomenklatura tricolor entendió su etapa de expiar culpas históricas.
Ante el poder del duopolio televisivo, fue el Pan y su presidente Calderón quienes impulsaron las reformas a la ley para impedir que particulares y partidos pudieran contratar publicidad electoral con las televisoras; las privaron durante estos años de ganancias multimillonarias; convirtiendo a sus antiguos aliados en nuevos enemigos, quienes no dudaron en impulsar a Enrique Peña con una muy bien calculada estrategia de marketing político, de años incubar su figura y fortalecerla en el imaginario colectivo del lumpenaje y clase media baja, al grado tal de llegar a la nominación con la contundente predestinación de que será el próximo presidente de la república.
La mayor parte de los votantes de México, se entera de las acciones y conducta de sus gobernantes a través de las televisoras; y si estas apoyaron a un solo candidato, el partido en el poder no se percató a tiempo del proyecto, no supo o no quiso, modificar sus arcaicas reglas internas para estar a la par de los lances del Pri, el proceso para nominar a su candidato, fue largo, tardío y dificultoso, dividió a la cúpula panista con el presidente y éste a su vez con sus fieles que le hicieron el feo a la campaña de Josefina Vázquez.
Peña Nieto iba pues, en caballo de hacienda, el Pri conserva su fortaleza nacional que es la estructura de base, la horizontal que han recuperado en casi toda la república y solo el movimiento de los universitarios del #YoSoy132 le puso el reto de adaptarse a un acontecimiento social no esperado; jóvenes que a la postre no pudieron ocultar ser producto de la estrategia de campaña de Amlo, cuya actuación no logró alterar las encuestas que usadas como pronósticos, anticipan el resultado con el triunfo tricolor.
Los innegables logros del gobierno panista en el manejo de la macroeconomía, las reservas monetarias, el control de la inflación y la política de subsidios, enormes activos que el Pan ni su candidato supeieron capitalizar; perderán la presidencia de la república, por su falta de oficio partidario, por mezquinos, de ambiciones irreductibles cortoplacistas.
La pregunta se impone, el discurso de Peña Nieto, que habla de nuevas prácticas políticas, de un nuevo código de gobierno y de prácticas partidarias democráticas, ¿será asumido por gobernadores y la clase política tricolor..? es de esperarse, al triunfo electoral, tendrá en demasía demasiados acreedores en la victoria, ¿los gobernadores del Pri, se someterán como antaño a la voluntad superior del presidente de la república..?
¿O el Pri hará la hazaña histórica de hacerse harakiri e imponer una sana política de Estado en donde la democracia no sea manipulada para beneficio de unos cuantos, de sus aliados e incondicionales..? se democratizarán lo sindicatos? Acabarán los liderazgos corruptos y sus enclaves de poder..? el ejercicio del poder seguirá siendo endogámico para los ahora herederos de la revolución..?
Muchas interrogantes va a generar el triunfo de Enrique Peña Nieto.
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