Por: Luis Ignacio Palacios.
La administración que preside Roberto Sandoval, para el adecuado desenvolvimiento de sus políticas públicas, sin duda que ya se planteó la interrogante, ¿qué hacer con el Snte, con la Sección XX, el coto privado de los Montenegro..? una fuerza política real, que desde la candidatura del actual gobernante, señaló sus acres diferendos y se constituyó en el centro emisor de los peores calificativos en contra de su persona, agitando en demasía las aguas y jugando el eterno juego del esquirol.
Con la cercanía del grupo empresarial que son los tutores del comité panista local, anunciaron el juego perverso de los votos diferenciados, una vez que Gerardo no alcanzó la nominación de ¿su partido? Le apostaron al golpeteo mediático para minar la personalidad del actual titular del poder ejecutivo, Liberato, con toda la plétora de argucias, experiencias y mañas acumuladas, hizo lo único sabe hacer, fortalecer sus posiciones en el aparato burocrático de los servicios de educación y sobre todo fortalecer el sindicato, fuente y madre nutricia de todo su poder.
Una fuerza política ambivalente para el canon del Pri, no se han percatado de que la definición por inferencia desde el discurso de su toma de posesión, es meridianamente clara, para el actual bloque del poder estatal, ellos no caben, no son pares, son la personificación del mal necesario, parte de las herencias malditas del ancien régime que el Pri dejó más vivo que nunca en el proceso de la transición que vive el país.
El pragmatismo con que se conduce el nuevo gobierno, choca con los estamentos medios de la burocracia, los cientos de incondicionales que tienen como divisa que tales mandos, medios y ejecutivos, titulares de las dependencias, son absolutamente de propiedad del sindicato, de lo contrario, la presencia de mando nuevos, ajenos al dominio caciquil de los Montenegro, son una provocación, un atentado inadmisible a su patrimonio político que no quieren compartir con nadie, menos con el gobierno del Estado, que, en el ejercicio de su hegemonía determina sus propias definiciones.
La transformación de la sociedad implica la adaptación de sus instituciones, una ciudadanía demandante, contestataria, inconforme, que de una u otra manera, es ahora la vanguardia de las transformaciones de las instituciones públicas; los sindicatos como el Snte, son un teratoma social, inadmisible en el escenario de construir nuevos pactos del Estado con su burocracia.
Los desencuentros del gobierno de Roberto Sandoval, dicen en el sindicato, se deben a la falta de pericia en la operación administrativa y en los nombramientos del personal de las dependencias de los Servicios Educativos del Estado de Nayarit, los acusan de imperitos e inconsecuentes, y el pecado mayor es el atentar en contra de la costumbre, de los vicios inveterados que los tienen como rémoras incrustados en las nóminas, a sus incondicionales, sin dar el perfil, son la estolidez y desvergüenza de aquellos que cobran sin trabajar, que tiene salarios y prestaciones inauditas, a escondidas de la sociedad.
ARCAÍSMO PURO
En su inmensa mayoría, la existencia de sindicatos de burócratas al servicio del Estado, son el ejemplo nítido de las asimetrías con que evoluciona este país; las grandes reformas que reclama el desarrollo de México han sido postergadas desde 1997, los sindicatos siguen siendo poderosos de cara al gobierno federal, y ante los estatales y municipales, depende un mucho de los enclaves caciquiles que se tienen y la mayor o menor pericia de los gobernantes de meterlos en cintura.
Cuando hace lustros se dio la denominada “descentralización de la educación” y le traspasaron la administración de las burocracias de los dos sistemas el “federal” y el “estatal” a los gobiernos de las entidades federativas, se impuso de inmediato la resolución de una flagrante contradicción, la existencia de dos secciones sindicales, que aglutinaban a los maestros de cada uno de los sistemas, en este tiempo de modificaciones del ejercicio del gasto público, algunos gobiernos estatales, en dónde la presencia política de sus líderes no eran tan marcada, pudieron resolver la duplicidad de los dos “sindicatitos” unieron en una sola sección a las dos pre existentes secciones del Snte.
En Nayarit, no pudieron o no quisieron hacerlo, lo que representaba para el Pri estatal, el poder del magisterio uncido a la familia Montenegro, impidió que dos gobernadores precedentes, nada mas imaginaran la idea de tener una sola sección, con la obviedad manifiesta de los beneficios para el erario público, menos comisionados, menos plazas fantasmas y un mayor control de los enclaves sindicales en la burocracia del sistema, solamente en Nayarit pudo darse la siguiente abominación para las finanzas estatales, las jubilaciones de los maestros “estatales” son “dinámicas” es decir que en la medida en que se incrementen sueldos, prestaciones y demás canogías, les corresponden por igual a jubilados.
Los Montenegro son todos millonarios, merced al dominio sobre las nóminas, las posiciones exactas para el control administrativo y operativo de los recursos que debieran ser para la educación, las horas sueltas que nadie sabe a ciencia cierta a cuánto dinero asciende, el número de eventuales y dobles plazas llegan a nivel de escándalo en la medida en que se filtra en la opinión pública la verdadera naturaleza del cacicazgo.
El Snte, al igual que la otra burocracia, son un lastre para cualquier gobierno que se plantee en serio el desarrollo de políticas públicas comprometidas con los sectores productivos; hoy, el programa de “Escuela siempre abierta” es el pretexto para nuevos enfrentamientos, al sindicato no le gusta que les quiten de los escenarios en donde se aprovechan de los recursos públicos; esta y otras inadmisibles inconsecuencias deben de airearse en la sociedad, en los medios, en el Congreso del Estado.
Para que de una vez y para siempre, la sociedad sepa el obstáculo mayúsculo que significan los sindicatos para el desarrollo social, y de qué tamaño son los impedimentos que significa su existencia y su retobada actitud de negarse a evolucionar; el quid del asunto es, si este gobierno que ha roto con las complicidades del pasado, en qué tiempo dará el golpe de timón para recuperar los destinos de la educación y despedir a los Montenegro a sus dorados ranchos ganaderos, al cuidado de sus empresas constructoras y demás activos que han obtenido en su larga permanencia en el control y dominio de los servicios de educación pública de Nayarit, ah! y el Snte..?
Pareciera una herejía, pero es imperioso democratizarlo, no creo, choca en contra de mi conciencia que todos los profesores de Nayarit, tienen la pasión por ser victimizados por unos cuantos gandules….
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