Por: Raúl Peréz González.
“¿Cuántos son los miles de jóvenes que egresan de los politécnicos o de las universidades que no encuentran trabajo?… Los jóvenes tienen que entender, entonces, que están enfrentados a estos hechos y que deben contribuir a que se modifiquen las condiciones materiales, para que no haya cesantes ilustrados, profesionales con títulos de arquitectos sin construir casas, y médicos sin atender enfermos, porque no tienen los enfermos con qué pagarles, cuando lo único que faltan son médicos para defender el capital humano, que es lo que más vale en nuestros países” (Fragmento del discurso del presidente-mártir chileno Salvador Allende en la Universidad de Guadalajara; 2 de diciembre de 1972)
Movimiento estudiantil, sí pero también contra el desempleo ilustrado.
Hacen falta nuevos “movimientos” estudiantiles en México, en los que sus líderes, desde su vida como estudiantes luchen porque se modifiquen las estructuras económicas y sociales y que se eleve la calidad educativa, para que al término de sus estudios no se conviertan en una de las mayores irracionalidades que enfrenta México: preparar profesionistas y técnicos para luego mantenerlos desempleados o subempleados (mal pagados y/o realizando trabajos distintos a su formación). Esta es una tremenda pérdida para el país y para sus familias y no menos grave: la frustración para los jóvenes egresados universitarios y técnicos, en esa terrible condición.
Es un fenómeno internacional; en España, por ejemplo, constituye uno de los componentes más importantes de los “Indignados”. Pero en México, en particular, el problema está golpeando fuertemente al gran segmento social mal llamado “ninis”, que se estima comprende a más de 7 millones de jóvenes, sin contar a los egresados universitarios que no cuentan con un empleo para desarrollar su profesión, para la cual se prepararon e invirtieron tiempo y dinero, ya sea en instituciones privadas o públicas.
Los estudiantes que ahora impulsan, muy loablemente, desde algunas universidades privadas del DF y mediante Twitter, la reedición del movimiento estudiantil de 1968 y la versión mexicana de los “indignados”, debieran recordar un principio fundamental para su movimiento, que les permita avanzar en la democratización del país, de sus estructuras económicas y superestructuras sociales, basado en lo que establece como concepto de democracia la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual señala que la educación pública tendrá, como criterio orientador
“…SERA DEMOCRATICO, CONSIDERANDO A LA DEMOCRACIA NO SOLAMENTE COMO UNA ESTRUCTURA JURIDICA Y UN REGIMEN POLITICO, SINO COMO UN SISTEMA DE VIDA FUNDADO EN EL CONSTANTE MEJORAMIENTO ECONOMICO, SOCIAL Y CULTURAL DEL PUEBLO…” Artículo 3º de la Constitución de México
Este es un concepto de democracia, surgido de la Revolución Mexicana de 1910, de lo más avanzado a escala internacional. Esa es la democratización fundamental que requiere México, la cual sigue pendiente; si no se avanza en ello, lo demás es totalmente superfluo, banal, inútil.
(Es increíble, que más de 30 años después me queden imágenes en la mente, de aquel discurso que tuve el privilegio de presenciar, cuando era un estudiante de economía de la Universidad de Guadalajara, a los 22 años de edad y, sobre todo, que haya sido asesinado Allende, siendo presidente, en el Palacio de la Moneda, menos de un año después, el 11 de septiembre de 1973; era un orador extraordinario, de intenso magnetismo social)
En esta liga pueden descargar el discurso completo de Salvador Allende en la Universidad de Guadalajara:
http://educultcyt.blogspot.mx/2012/05/salvador-allende-universidad-de.html
Muchas felicidades a todos los estudiantes en su día.
Correo electrónico: lic_raul_perez@hotmail.com
https://www.youtube.com/watch?v=Lm5CgKX2BNI
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