“La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante”. Antonio Gala. (1930-?) Dramaturgo, poeta y novelista español.
Por: Raúl Peréz González.
¿Son las drogas consustanciales al ser humano? Las drogas legales y las prohibidas, poseen la capacidad de producir cambios en estados de ánimo, niveles de alerta y percepción de la realidad, lo que a veces resulta importante para determinados trabajos, o para la producción artística, pero también para la búsqueda de placeres diversos.
“En las muestras de escritura más antiguas se encuentran referencias al empleo de estimulantes, depresoras y alucinógenas, habiéndose observado que en las culturas primitivas el uso de psicoactivos tuvo casi siempre un significado ritual y mágico-religioso, y las autoridades ejercían cierto control sobre su empleo mediante leyes específicas o a través de la costumbre”
Hace alrededor de 40 años, el gobierno de Estados Unidos, desde una posición hegemónica, al menos en el mundo occidental, impuso una política y estrategia de alcance internacional de combate a las drogas: producción, trasiego y consumo. A la fecha aumentó el número de drogas (a más de 20) y, desde luego, la cantidad de adictos.
En la era de la información, de la digitalización y de la utilización de la realidad virtual (simulación de la realidad), para diversos fines, algunos expertos en neurociencias y en realidad virtual han creado métodos sustitutivos del consumo de drogas para ciertos fines. Está, por ejemplo, el proyecto i-doser, que “crea ciertos sonidos, las ondas cerebrales que crean esos sonidos tratan de replicar las mismas ondas que crean cada tipo de droga. Es experimentar la droga pero de manera segura, aunque no todos los efectos son exactamente el mismo que crea la verdadera droga, muchas sensaciones son muy parecidas a que si consumieras la droga verdadera”
En lo personal, prefiero no experimentar ni con las drogas prohibidas, ni con las virtuales. Mejor seguir con niveles reducidos de algunas drogas toleradas como la cafeína (en una taza diaria de café) y alcohol con moderación.
Considero que es importante buscar la felicidad o el alejamiento de la infelicidad, mediante el estudio, el trabajo y el disfrute de la lectura, la música y las personas que quiero.
Sin embargo no podemos dejar de reconocer que en el siglo XXI los efectos de las drogas ya no sólo se pueden alcanzar ingiriéndolas o inyectándolas. Ahora también se logran a través de sonidos, que produce efectos similares a los generados por las sustancias psicoactivas.
Es un programa de sonidos con una duración más o menos de 30 minutos cada uno. Al ser escuchados con auriculares, producen efectos parecidos a los que generan otras sustancias psicoactivas. Eso se debe a que inducen al cerebro a sentir euforia, sedación y alucinaciones, con un comportamiento malsano”, explica Janeth Carballo Mansiglia, psicóloga.
Estos sonidos, que son una especie de sustancia acústica, son un poco menos intensos que las sustancias ingeridas y por ende, necesitan de un tiempo mayor para generar los efectos. La estimulación puede durar de 20 a 45 minutos, dependiendo del estado emocional en que se encuentre la persona.
En Internet se pueden encontrar con facilidad muchas páginas de descarga y venta de estas drogas virtuales, promocionándolas como algo similar a la musicoterapia, donde se señala que estos sonidos no afectan la salud, no son adictivos ni ilegales.
Estos portales se basan en supuestos estudios, no argumentados, que indican que el I Doser no es dañino.
Sin embargo, lo promueven con nombres como marihuana, cocaína, anestesia, orgasmo, adiós a la tristeza y empujón a la felicidad –entre otros-, de forma similar a lo que se hace con las pastillas de éxtasis.
Estimulan el cerebro
Pero usted se preguntará, ¿Cómo puede un sonido hacer que alguien tenga sensaciones de haber consumido una sustancia psicoactiva?
El cuerpo humano funciona de forma tan compleja, que la conexión con los sentidos genera diferentes emociones y sensaciones. Así como hay sabores y olores que le recuerdan ciertos lugares o personas, lo mismo pasa con los sonidos.
Es como cuando se escucha una canción que le recuerda algo, pero en este caso el juego de las drogas virtuales va creando adicción a los sonidos.
“La audición es un proceso complejo. Para interpretar un sonido, el cerebro humano debe conjugar la información que le llega de ambos oídos”, señala la Psicóloga.
El efecto que produce un sonido en el cerebro, depende de la cercanía de la fuente de donde viene. Eso explica que un sonido suave y alejado, actúa diferente a uno muy cercano y fuerte, o directo al oído.
“Cuando se habla de los sonidos binaurales, como es el caso del I Doser, éstos recrean sensaciones de tridimensionalidad en el cerebro para ubicarlo en un ambiente determinado. El comportamiento de las personas logra alterarse dependiendo de la frecuencia de los sonidos; por ejemplo, si recibimos frecuencias altas, nos pueden generar estrés, euforia y agresividad, en cambio las bajas frecuencias van dirigidas a la relajación y espiritualidad que es lo que trabajamos los psicólogos clínicos con la musicoterapia para un efecto relajante o de buscar situaciones que son significativas y así ayudar al paciente”, agrega.
En este caso, a diferencia de la Musicoterapia, que se realiza para efectos de bienestar en el paciente, las drogas auditivas generan reacciones no sanas que detonan en comportamientos inadecuados y que además crean adicción.
Sí afectan la salud
No minimice los efectos que pueden provocar los sonidos, más aún si ellos han sido creados para generar sensaciones logradas por cosas tan dañinas como las drogas.
“Los mayores daños son los psicológicos y auditivos. Entre mas tiempo le dediquen a escuchar estos sonidos, el daño tanto auditivo y psicológico va a ser más significativo y dañino. Ocasiona disminución de la audición a edades tempranas, llega a envejecer ese sentido y deja a los oídos de los jóvenes como si tuvieran 50 años de edad, así lo indica Alma Pesquera, especialista en el área de Audiología y Otoneurología en México”, dice la Psicóloga.
Tal es la afección que causa, que genera adicción y salir de ella hace necesario someterse a tratamiento.
“Toda búsqueda de sensaciones que generan un cambio de la realidad, está directamente relacionada con el estado emocional y necesita tratamiento psicológico para explorar qué es lo que trata de buscar el individuo que lo llevan alejarse de su mundo y a intentar llenar vacíos para entrar en situaciones que no le generan calidad de vida”, expresa la profesional.
Puede haber sobredosis
A pesar de no ingerirse ni inyectarse, el I Doser también puede generar sobredosis.
“Suceden cuando una persona le dedica mucho tiempo a escuchar con auriculares estos sonidos que en general son muy fuertes. Lo hacen para poder entrar en un estado de alteración que le permita vivir de forma más fuerte sus sensaciones. El daño que causa, va I Dosera depender del tiempo que escuchan este programa”, indica Janeth Carballo, psicóloga.
En estos casos no habrá manifestaciones de enfermedad, inconsciencia o dolor. Los efectos se representan en la aceleración de ciertos daños degenerativos.
“Los efectos en el organismo de las sustancias psicoactivas son mas fuertes porque actúan sobre el sistema nervioso central, sobre todo el encéfalo y llegan a inhibir los neurotransmisores llevando a que la realidad no corresponda con la imagen que el cerebro forma de ella y se distorsione. Entonces para la persona solo existe la realidad que su cerebro construye. Además, liberarse de esa sustancia le resulta más difícil y demorado al organismo”, añade.
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