Por: Fernando Martínez.
Tu cuerpo es un mapa sobre el cual me oriento,
pero sobre el cual prefiero perderme.
Al norte tu pelo, yo voy a tu sur, desbocado al precipicio de tus ganas.
Como oriéntandome busco tu cuerpo,
te busco a ti en tu cuerpo,
pero me desorientan tus altas montañas.
A mitad del camino me detengo,
me reclama tu cuerpo
y en tu mapa me dibujas el sendero.
Vuelvo a hacer una pausa, esta vez, sin miedo,
el mapa de tu cuerpo tiembla, y pide ansioso un deseo.
Tus ojos cardinales apuntan mi destino,
y al final, tranquilo,
encuentro ese punto marcado en tu mapa.
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