Por: Georgina Campa.
Arturo Rojas es un joven de 18 años de edad, nació en México DF en el Hospital de Venados, que a su vez fue un lugar donde vio de cerca la muerte y le dieron un regalo de vida. Sus padres son Arturo Rodrigues y Nora Rojas, ambos cantantes de opera que se conocieron en su juventud y formaron su familia.
Actualmente su núcleo familiar está conformado por él y su madre, cursa el primer año de preparatoria en el Colegio “Ciencias y Letras” de la ciudad de Tepic Nayarit México.
Es un chico extraordinario con mucha visión, que no se da por vencido que si algo no le sale a la primera, lo sigue intentando hasta lograrlo, es alguien que ama tener fe de toda la vida y es un creyente de la fe que está viva, le gusta ser pensador, creativo y perseverante.
Él era un chavo muy sano, incluso pensaban que era deportista cuando no era así, pero una gripe mal tratada afecto su viejo corazón y en seis meses Dios le hizo un trasplante por medio de médicos brillantes. En general, un trasplante implica que estén cuarenta personas en el quirofano. cuidado intensivo de ocho enfermeras personales diarias. Una cirugia dura de cuatro a seis horas, desde que el corazón es extraído y sustituido de otra persona con muerte cerebral, pero mantenido artificialmente, en menos de cuatro horas el órgano debe estar latiendo en su propio cuerpo, existiendo el riesgo principal en las primeras setenta y dos horas, la recuperación de un año, el alta suele ser de dos semanas.
Arturo es un milagro con pies. En su caso, lo que llamo la atención, fue que su donador estaba a una cuadra de distancia, fue mínimo el tiempo del proceso de la cirugía ademas fue el primero y el único en despertar consciente y lucido media hora después, cuando normalmente se tarda dos días, le dieron de alta en diez días y en bicicleta, riendo dijo: “Imagínate me rajaron como pollo y en diez días ya andaba en bici”. Fue tan impresionante su recuperación, que su caso fue utilizado para trabajo de tesis para barios estudiantes de medicina que se encontraba haciendo su servicio social en el hospital y expuesto ante los médicos que lo recibieron, quienes le daban una esperanza de vida no mayor a una semana.
La vida de Arturo después de éste regalo no fue tan fácil al principio en algunas cosas, pues tenía que adaptarse a los nuevos cambios, como el enfocarse y guardar las exigencias que necesitaba para su cuerpo, ahora dice valorar mas la vida, hoy está construyendo el retomar sus sueños y hacer todo con mas amor y pasión, no pensar en una escuela, sino estar en la escuela, no tener solo unos amigos, si no tener a los amigos que son de edificación para él.
Siempre fue definido en lo que quería, antes sus sueños eran ser presidente y para eso tenía que estar en la mejor escuela, se consideraba muy frívolo y hoy ya busca valores mas familiares, dice que su padre le enseñó a ser muy ambicioso, pero de manera despectiva, ahora se enfoca mas en cultivar su salud, dice seguir ambicionando pero ahora sus ambiciones son tener una familia unida por Dios.
Al final de mi entrevista con Arturo, dio un mensaje a los jóvenes y a todo aquel que le pudiera llegar.
“Está bien si quieren ser liberales, pero siempre cuidando no caer en excesos, pues puede valer tu vida y que por mas acciones o ciencia que exista, es la fe en Dios la que responde a lo que necesitas. Soy un príncipe de Dios, un guerrero, lo que me convierte en un rey en ésta tierra, también soy humano, las desgracias solo se dan si nosotros les damos la libertad de que lo sean, ninguna circunstancia puede ganar a lo que Dios puede hacer, así como yo tu también eres un rey o una reina, una persona que puede conquistar cualquier batalla, poniendo tus pasos en tierra firme es como se puede llegar a la meta, una meta buena, agradable y perfecta”.
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