Por: Bernardo “Venado” Macías.
Casi coincide la fecha el homenaje a Francisco Javier Ocampo Mondragón, con el . Para el caso hubiera sido igual. 2 o 3 de mayo, que importaría. El homenaje a Paco ya es para siempre. Y la libertad de prensa también.
El reconocimiento a un prestigiado periodista como lo es Paco significa que también los profesionales de la comunicación celebramos la libertad de expresión, como la ejerció el homenajeado durante toda tu carrera en activo. Hoy Paco lucha por reponerse de su salud.
Pero, ¿qué surge del periodismo en Nayarit?: Que no estamos mereciendo lo que nos corresponde. A pesar de la hermandad de los periodistas decanos, de que muchos de ellos ya han sobrevivido de milagro a enfermedades severas, da la impresión de que cada día más el periodismo nayarita se aleja más de la sociedad, de la clase política y lo peor, nos alejamos más de la verdad.
Y nos alejamos las generaciones anteriores de las nuevas camadas. Con homenajes no basta para salvar al periodismo tradicional que ha perdido casi toda proporción de credibilidad.
En lo único que hay acercamiento, y mucho, muy conectado, es en el tema del presupuesto público que cada año el Congreso autoriza al ejecutivo para la difusión de actividades oficiales.
Nunca nos hemos detenido a pensar en esta situación, por miedo a la censura, al rechazo laboral, e incluso a la represión.
El gobierno, desde los tiempos de don Emilio, no es que subsidie, sino que compra espacios en los medios tradicionales, (incluso ya algunos en internet), pero lo hace sin consideración de los efectos de mercado.
Alguien debe detenerse y hacer un estudio de lo que paga y lo que recibe. A mí se me hace que se paga mucho y la clase oficial Francisco Javier Ocampo Mondragón recibe muy poco a cambio. En 28 años, las cosas no han cambiado. No es culpa de nadie. Son cosas que así 
han ido ocurriendo. La empresa recibiendo sus contratos, y los reporteros estirando la mano.
Hoy que se recuerda que debe haber Libertad de Prensa, podemos sugerir que nos detengamos, apoyemos a las empresas, apoyemos a los trabajadores de la información, apoyemos los cambios. Pero necesitamos que los legisladores discutan junto con nosotros el tema de los recursos autorizados, No digo que sea menos, sino que se planee una rejuntura entre todos los actores del periodismo. La sociedad, que ahorita no nos cree nada, puede salvarnos y reivindicarnos. Hay muchas generaciones muy emprendedoras de licenciados en Comunicación Social. Cada año aparecen más de 80 nuevos profesionistas egresados de cinco escuelas superiores. Démosles un ejemplo de que no fuimos egoístas. Y que no se vean en el espejo de Paco Ocampo, que recibe un homenaje en el total desahucio.
Fotografías de Genaro Martínez Haro.
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