Se acerca el día. Pronto los mexicanos elegiremos a quien habrá de conducir el rumbo del país en los próximos seis años. Muchas han sido las experiencias que nos ha dejado este proceso electoral, pero, sin lugar a dudas, es el Movimiento Yo soy 132 el que marca un antes y un después en esta contienda, y el que ha logrado ponerle los pelos de punta a más de un candidato.
El 11 de Mayo de 2012 es un día que Peña Nieto no olvidará (bueno, conociendo su capacidad no lo aseguro). Cientos de jóvenes, pertenecientes a la Universidad Iberoamericana, se unieron al grito de ¡Fuera Peña! Por primera vez, en mucho tiempo, se escuchaba el rechazo del sector juvenil al candidato del Partido Revolucionario Institucional y a todo lo que representa. Lo sucedido ese día desencadenó en un movimiento sin precedentes que ha logrado aglutinar a miles de jóvenes a lo largo y ancho de la República Mexicana en el #yosoy132. De todo esto, lo que más le ha dolido al PRI, y a la vez le preocupa, es la caída libre de su candidato.
Yo diría que la “sorpresiva” organización juvenil no es tan sorpresiva. Es resultado de un excesivo abandono hacia los jóvenes por parte de la clase gobernante de este país, es el reclamo a un sistema económico injusto y excluyente; a una nación que sucumbe ante una violencia incontrolable y a una clase política corrupta, impune y lejana a su pueblo.
Lo que se me hace más curioso y al mismo tiempo inaceptable es señalar que el movimiento juvenil pueda estar manipulado o manejado por cierto candidato. Cómo se nota que quienes se atreven a hacer esos señalamientos no conocen el sentir de los jóvenes. ¿Es tan difícil de entender que los jóvenes que pertenecen a este movimiento poseen un criterio propio (porque aclaro que no soy 132, aunque sí soy joven)? ¿Acaso, nunca fueron jóvenes? ¿No recuerdan su espíritu de rebeldía, de exigencia, de aventura, o las ganas de quererse comer al mundo?
Es indignante y es una ofensa para los jóvenes de este país pensar que alguien puede manejar su pensamiento, su voluntad, sus acciones, su libertad. El asunto aquí, o lo que realmente le preocupa al PRI, y por tal motivo ha comenzado una estrategia de ataque al movimiento, es la importancia que tiene el sector juvenil en término de votos. De acuerdo al Instituto Federal Electoral hay 79 millones 454 mil 802 personas inscritas en la lista nominal. De estas, casi 24 millones son jóvenes, es decir, alrededor del 30% de la lista nominal. En pocas palabras, estamos hablando que los jóvenes definiremos la próxima elección.
Para el PRI, lo peor que le puede pasar es que los jóvenes salgamos a votar, porque está claro que habrá un voto joven generalizado en contra de Peña Nieto. A diferencia del 2006, en esta ocasión Internet ejerce un gran impacto. La Asociación Mexicana de Internet AMIPCI estima que en nuestro país existen 34.9 millones de usuarios. Se calcula que de estos, el 61% se conectan a Internet sólo para revisar sus redes sociales.
En cuanto a usuarios de Facebook, según el Inside Facebook Gold, México, con 35 millones de usuarios, se coloca en la sexta posición mundial. El 25.47% de los usuarios son jóvenes que van a una edad de 21 a 30 años mientras que el 35.67% tienen de 13 a 20 años. Quienes tenemos acceso a las redes sociales podemos darnos cuenta de la gran cantidad de información que circula y que es, a través de estas, como millones de jóvenes nos informamos y organizamos. El mejor ejemplo es, definitivamente, el Movimiento Yo Soy 132.
Lo que vivimos ahora es un ejemplo de que cuando hay un interés compartido, la organización se hace presente. Esa organización es la que al PRI y a otros partidos políticos les atemoriza. Les da miedo ver a los jóvenes defendiendo a su país con una pasión exorbitante, porque cuando existe criterio y autonomía, las ideas no se venden al mejor postor, se lucha por ellas hasta conseguirlas; a la autoridad no se le alaba (como a muchos políticos les encantaría), se le exige y se le cuestiona.
Que esto sirva para generar una transformación generacional hacia la construcción de una cultura política basada en una exigencia continua a la clase gobernante y que seamos los jóvenes los que encabecemos dicha transformación. Estoy segura que este 1 de Julio los jóvenes mexicanos saldremos a votar, sin manipulaciones, de manera razonada, convencidos de la necesidad del cambio que el país necesita.
Contacto: ana.p.diaz.3@facebook.com
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