Muchos tenemos claro que es una huelga originalmente patronal. La razón de la misma es que ante la falta de recursos para cubrir de nueva cuenta los pagos de fin de año, era previsible la amplia y profunda inconformidad de las y los trabajadores universitarios. Por ello, esta huelga tiene cuatro propósitos básicos:
a)anticiparse a las reacciones de inconformidad por parte de la base trabajadora, que pudieran convertirse en una exigencia de cambio institucional profundo, cuyo control pudiera salirse de las manos de los grupos de poder fáctico,
b)instalar al interior de la universidad y en la opinión pública, el discurso de que el problema no es interno, sino que depende de la asignación de más recurso económico por parte de los gobiernos federal y estatal,
c)generar presión a los gobiernos estatal y federal para que se asigne el recurso sin que de por medio prevalezca la exigencia de cambios estructurales en la institución,
d)en correspondencia con lo anterior, promover la idea de que los cambios internos son asunto estrictamente de los universitarios de la UAN -como si no fuera una institución pública- y, que si se dan, sólo tendrán lugar una vez que se asegure la entrega del recurso exigido
En resumen, es una huelga originalmente pensada para obtener recursos, pero resistiéndose al cambio estructural de la Universidad.
Pero la huelga es el instrumento de lucha máximo de los trabajadores. Por eso, hay que asumirla, hacerla nuestra e impedir que sea controlada y conducida por la parte patronal. Para ello debemos luchar por que las decisiones que se tomen durante este periodo de huelga, emanen democráticamente de las bases trabajadoras y en el sentido que nosotr@s determinemos. Es el momento idóneo, puesto que estamos tod@s reunidos, sin divisiones entre secciones sindicales y entre sindicatos, para dialogar, escucharnos, discutir, argumentar, concientizarnos juntos,organizarnos de forma autónoma para generar un plan de acción tendiente a la transformación estructural de la institución. Junt@s, docentes, trabajador@s administrativ@s y estudiantes.
Por supuesto que exigimos el pago de lo que se nos adeuda; pero también que se regularice nuestra situación en el IMSS, Infonavit, Afore, servicios médicos, fondo de pensiones y jubilaciones, sistemas de estímulos, etc.. Más importante aún, exigimos que se dignifique nuestro salario base, que es uno de los más bajos de las universidades públicas del país. Asimismo, es fundamental que se incrementen sustancialmente las participaciones federal y estatal para la universidad; aunque al mismo tiempo necesitamos que prevalezca al interior de la misma, la legalidad, la transparencia, la rendición de cuentas; que la academia esté en el centro de la vida universitaria, que dispongamos de un modelo claro de universidad que responda verdaderamente a la sociedad nayarita. Por ello, la lucha de fondo no es sólo por recursos económicos. Tenemos que exigir democracia, cambios sustanciales en las estructuras y procesos de toma de decisiones; para ello inevitablemente debemos modificar la ley orgánica. Este es el momento para luchar juntos por los cambios estructurales que nuestra universidad requiere. Esta huelga debe convertirse pues, en una expresión de la lucha por la defensa de nuestros derechos y de nuestra dignidad como trabajadores y como seres humanos y por la defensa de la Universidad Pública..
La transformación integral de la UAN es inaplazable. La profunda crisis institucional que ahora vive, a pesar de su
crecimiento académico, así lo impone. Tengamos claro que éste es un capítulo en el camino por la transformación de la universidad; otros más habrán de seguir y debemos estar preparados. Ahora toca asumir la presente huelga como una gran oportunidad para desencadenar procesos de toma de conciencia y organización auténticos, independientes, que nos conduzcan a esos cambios tan anhelados y necesarios.
fotografía tomada del Facebook de Carlos Rea
- Estalló la huelga en la UAN - noviembre 21, 2019
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