Por: César Delgado Martínez.
Los días transcurrieron en medio de las campañas electorales. Ofertas a granel de los candidatos. Letanías interminables de promesas. Compra de votos a cambio de dinero contante y sonante, de despensas y de materiales para construcción. Enojo de priistas con quien habla, por los comentarios vertidos en este espacio noticioso, que a pesar de los que algunos digan, es abierto, es plural. Aquí se leen los mensajes que llegan. Y se dio cabida a todos los comunicados enviados por los candidatos de los diversos institutos políticos.
Los priistas encabezados por “el líder moral” en Rosamorada, Juan Manuel Rocha Piedra, ganador como diputado federal del Distrito I. Se sienten ofendidos. Indignados. Golpeados. Humillados. Por este periodista. Así lo han dicho en las redes sociales.
Una vez más lo digo. Soy apartidista. Como ciudadano tengo derecho a tener mi propia posición ideológica y política. Sí es cierto, recibí en la Casa de los Almendros a Javier Castellón Fonseca. No niego mi amistad con él. Lo apoyé abiertamente porque lo considero un hombre honesto, preparado y trabajador. Lo conozco desde hace más de diez años.
A esta casa. Vienen personas de los diversos partidos políticos. Tengo amistad o relaciones de trabajo con gente de variada filiación partidista. Aquí en Rosamorada, en Tepic, en el Estado, en el Distrito Federal y en varias ciudades del país. Respeto a todos y ellos me respetan. Esto es algo muy difícil de entender para algunos. El “líder moral” del PRI municipal, practica eso de: ¡El que no está conmigo. Está contra mí!
El escenario perverso de las elecciones lo montaron los priistas, capitaneados por Rocha Piedra. Todos siguieron sus instrucciones. Había que ganar a como diera lugar. Ningún otro partido se condujo con deshonestidad. Si otro instituto político hubiera hecho esas atrocidades en este noticiero y en las redes sociales lo hubiera dado a conocer.
A mí me tocó dar a conocer las trapacerías de los priistas. Sólo eso. Entonces, ¿por qué se sienten ofendidos? ¿Por qué me han tratado de intimidar? El caso fue comunicado al secretario general de Gobierno por Luis A. Bravo. Así como los priistas me tratan de descalificar porque no sirvo a sus negros intereses, el número de radioescuchas de este noticiero en Rosamorada y en toda la zona Norte del Estado ha subido. Las muestras de solidaridad me han estado llegando. Les agradezco a todos. Y estoy seguro: ¡No estoy solo! Aunque parezca pretencioso decirlo, soy la voz de muchos ciudadanos que están asqueados del proceder del PRI. Los periodistas solemos ser la voz crítica de la sociedad. La única posibilidad de hacer contrapeso al poder que todo lo corrompe.
No soy de los periodistas que cobran en el Ayuntamiento. No tengo mi oficina en el Palacio Municipal. No me dedico a echar incienso al presidente ni a los candidatos del PRI. Ahora se me quiere enjuiciar. Estoy dispuesto a enfrentar lo que venga. Si la líder del SUTSEM en Rosamorada, como expresó su hija, considera que violé la Ley, que me demande ante la autoridad correspondiente. A mí no me asustan con el petate del muerto.
El domingo hubo acarreo a las urnas, de las “caporalas” que cada vez que hay elecciones a eso se dedican. ¡Por eso las premian! Antes, personal de dependencias estatales y municipales a horas de trabajo anduvieron en plena labor de proselitismo. Hubo coacción del voto. Utilización de equipo y mobiliario oficiales al servicio de los candidatos ganadores. Lista de votantes. Exigencia a empleados de conseguir votos a como diera lugar.
Festejos trasnochados. Con más discursos cargados de una larga lista de promesas. Habrá empresas en Rosamorada, se bajará el costo de la luz, se fundará una extensión de la Universidad Autónoma de Chapingo, habrá becas y becas para todos los estudiantes y muchas cosas más. Recorrido por las calles con la banda toque y toque (que al cabo se paga con el dinero de los impuestos) y con un bote de cerveza en la mano. No importa que el que la ostente sea el director de una escuela primaria o un funcionario estatal o municipal. Lo mismo da. Como dijo la hija de un funcionario en este caso: No era hora de trabajo.
La fiesta se prolongo toda la noche en la casa del tesorero municipal “Nos la pelaron”, comentó un joven en una de las redes sociales. Las bebidas embriagantes corrieron a raudales. Hubo disparos de pistolas. Y a los que no ganaron, para justificar las atrocidades cometidas: ¡Están ardidos!
¿Y qué ganaron? ¡Más de lo mismo…! Desempleo, violencia, vicios, carencia de escuelas, de hospitales y medicinas y falta de apoyo a la educación, la cultura, el arte, la ciencia, la tecnología, la ecología, el deporte, la equidad de género y los derechos humanos…
Pero muchos ciudadanos- de este históricamente saqueado municipio, continuaremos trabajando. Lucharemos por la construcción de una verdadera democracia. Y de la apertura de espacios, donde florezca la libertad, la creatividad, la utilización del tiempo libre en actividades positivas y la plenitud de todos que como seres humanos tenemos derecho.
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