Cien años de corrupción en Nayarit 1917 – 2017
Un acercamiento historiográfico
por: Enrique S. De Aguinaga Cortés.
Para sintetizar lo más posible sobre ¿Qué nos cuenta nuestra historia sobre la corrupción? Recordemos parte del contenido de las páginas del diario del explorador, geógrafo, etnógrafo y humanista ruso Ferdinand P. Wrángel, en el año de 1833 (“De Sitka a San Petersburgo a través de México: diario de una expedición” y que cuando llegaron a San Blas y a Tepic en 1833, escribió:
“En Tepic no hay escuelas ni maestros ni hospitales ni doctores. El gobierno no se preocupa en lo más mínimo de procurar medios a los tepiqueños para que puedan dar educación a sus niños. Es más, el propio gobierno demuestra su incultura y su negligencia a cada paso” (…)
Y pocas líneas más abajo habló sobre todos los mexicanos:
“Esta generación no tiene la menor idea de lo que es honradez ni conoce el amor propio de un alma noble ni sabe nada de la religión ni del amor a la patria. El mexicano, comenzando por el presidente y terminando por el último oficial o empleado, siente tal avidez por la riqueza que es capaz de sacrificarlo todo en el mundo con tal de satisfacer ésta su ciega ambición. Se forman partidos, se representan dramas de ridículas revoluciones sin fin; se hacen leyes y ello con el único fin de saciar su codicia. Se roban el tesoro público con una desfachatez increíble. Los empleados de la aduana son los peores contrabandistas. Los jueces son los primeros en violar la justicia. A cualquiera se puede comprar. Uno no puede confiar en una palabra dada o una expresión de amistad; esto es así, sin excepción alguna. Vender a un amigo, engañarlo, robarlo o calumniarlo es un hecho tan común entre los mexicanos que inclusive los extranjeros ya dejaron de asombrarse al ver esta decadencia de la dignidad humana”.
“Cualquier funcionario es al mismo tiempo tendero y ni siquiera el propio jefe político siente vergüenza alguna en obtener algunas piastras más por otros medios indignos de su cargo”.
Por desgracia nuestra esta era la visión de tan prestigiado investigador y estudioso científico ruso y que -por desgracia también-; no podemos aquí señalar que hoy en día esa apreciación podría ser diferente si viniera nuevamente a visitarnos.
¿Pero a que le llamo yo corrupción? Le defino “corrupción” bajo los mismos esquemas que desde hace ya varios años el Banco Mundial la definió: “La corrupción es el abuso de poder público en beneficio propio” (Klitgaard. Robert.- “Controlling corruption”. Universidad de California, USA, 1988).
Esta definición nos indica que quién comete un acto corrupto está en una posición de poder y que está recibiendo algún tipo de beneficio, ya sea monetario o no; que no sea procedente o que simplemente es ilegal.
¿Y qué tipos de corrupción más importantes y graves estamos padeciendo los nayaritas?: El del soborno; el soborno en contratos públicos; el nepotismo; la malversación de fondos y desfalco; y la extorsión.
Continuará…
Enrique S. De Aguinaga Cortés. Historiador-Investigador, encargado de la Coordinación de Investigación Histórica, XL Ayuntamiento de Tepic-SUTSEM.
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