De la calle a la avenida México

Fotografía Rivera

La calle México de Tepic elevada a la categoría de avenida

por: Octavio Campa Bonilla

 

 

Gilberto Flores Muñoz
Gilberto Flores Muñoz

Durante el gobierno de Don Gilberto Flores Muñoz, Tepic, la capital del estado de Nayarit, era una pequeña villa a la que se le denominaba ciudad, no por sus características de urbe, ni por el número de sus habitantes, sino por ser asiento de los poderes estatales.

Flores Muñoz, que antes de arribar al gobierno de su natal Nayarit, se desempeñó como Senador de la República, representando al estado de San Luis Potosí, había generado grandes expectativas políticas y desde su llegada a tierras de Escutia y Nervo, se constituyó en motor del progreso y desarrollo de la entidad, convirtiéndola en granero del país en un lapso relativamente corto.

La mancha urbana de Tepic, no llegaba por el poniente mas allá de lo que hoy se conoce como parque Juan Escutia, por el oriente a la calle Prisciliano Sánchez, por el norte y el sur a la calle Victoriaavenida Insurgentes, respectivamente, lo demás eran: canales, tierras de cultivo, llanos y solares baldíos.

Calle México, Tepic antiguo
Fotos

Los ejes de la recoleta ciudad, lo formaban las avenidas México y Allende, empero la llamada avenida México era en realidad una callecita angosta, por la que en algunos de sus tramos, apenas si podían transitar un vehículo de ida y otro de vuelta, lo que acentuaba su carácter de villa, y la denominación de los visitantes que la bautizaron con la nada agraciada frase de: “pueblecito pintoresco rodeado de cerros”.

Sin duda ese, y muchos otros factores, decidieron al gobernador Flores Muñoz a ampliar la México y transformarla de una rua pueblerina, en auténtica avenida digna de la ciudad capital, por lo que en un sorpresivo golpe de audacia y al amparo de la noche, trascavos,  motoconformadoras y una nutrida cuadrilla de albañiles provistos de barras, picos y palas,  echaron abajo cuanta casa y edificio se opusieran al impulso modernizador, que elevaría a Tepic a la categoría de las metrópolis del noroeste mexicano.

Muy lejos estaban los tiempos de las sociedades civiles contestatarias, de los grupos ecologistas, de los intransigentes defensores del patrimonio histórico y cultural, de los partidos de oposición con presencia real en las capas populares, pero sobre todo, no se vislumbraba entonces el fantasma neomaltusiano de la explosión demográfica.

A tantos años de distancia, es hora que los nayaritas y particularmente los tepiscences no se ponen de acuerdo, si esa medida civilizadora fue para bien o para mal, lo cierto es que la avenida México, sin menos patrimonio arquitectónico, se convirtió a partir de entonces en la más importante arteria vial de Tepic.

Sitio de convergencia de propios y extraños

Ampliación de la calle/avenida México, Tepic

Escenario de múltiples sucesos, la avenida México fue no sólo para los conductores, sino para los peatones y pueblo en general, la calle más visitada de Tepic. Marchas, mítines, desfiles, convites, manifestaciones y actos de índole diversa, hicieron de la avenida México, punto de referencia y sitio de encuentro para propios y extraños.

En 1950, la Federación estatal de la CTM, con motivo del penúltimo informe de gobierno de Don Gilberto Flores Muñoz, organizó un desfile con todas las fuerzas obreras de Nayarit, para respaldar al político de Compostela. La columna que partió de la Cruz de Zacate,  enfiló por la avenida México, pasando por palacio de gobierno, donde el mandatario vitoreó a los contingentes asomado al balcón. La celebración de este desfile, se repitió sin interrupción a lo largo de cuarenta y siete años.

En 1952, a honras de la puesta en servicio de unas luminarias, Don José Limón Guzmán, gobernador en turno y devoto irredento en eso de “mover el bote”, cerró la México y organizó un fenomenal baile popular, evento que se refrendó innúmeras veces con y sin pretexto.

Por esa avenida desfilaron a caballo charros de todos los rumbos del país, que asistían al Congreso Nacional de ese mexicanísimo deporte, evento organizado por los nayaritas y auspiciado por el llamado “gobernante caballero” Don Francisco García Montero.

Cuando Gobernaba Don Julián Gascón Mercado, por la México salieron reos y custodios a la prisión estatal recién construida, y a la que se puso por nombre: Centro de Rehabilitación Social: Venustiano Carranza, terminando con la ignominia de que el reclusorio estuviera en el interior de palacio. Y al final del sexenio, por esa avenida corrieron los caminos de plata, rumbo a la ciudad de la Cultura, de nuestra entonces naciente Alma Mater.



 

Octavio Campa Bonilla
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