Autor: Octavio Campa Bonilla

  • Para mi hermano el poeta Raúl Rolón Ávila.

    Para mi hermano el poeta Raúl Rolón Ávila.

    Te vi luchar con denodado brío
    con la fuerza tenaz que impulsa al viento,
    pero tu barca iba a sotavento
    y fue inútil luchar, amigo mío.

    Tu amistad fue un torrente, como el río
    que en nuestro Ixcuintla canturrea contento,
    pues fuiste un sol en ancho firmamento
    y experto capitán de tu navío.

    Tu alma es un Ave que hoy emprende el vuelo
    para llegar al celestial paraje
    donde moran los justos en el cielo.

    Marchas dejando tu mortal ropaje,
    y en medio del dolor, es nuestro anhelo
    que Dios Nuestro Señor guíe tu viaje.

    Tepic, Nayarit, 2 de febrero de 2023.

  • A quien corresponda

    A quien corresponda

    Hoy quiero dirigirme

    a todos mis amigos.

    A los que están presentes,

    a los que ya se han ido,

    al que me dio la mano en el fracaso,

    al que me aconsejó, cuando perdido

    me hallaba en la tormenta de la vida

    sin hallar el camino,

    mostrándole la luz de su experiencia

    a mi maltrecho espíritu.

     

    A quienes compartieron en el aula

    un trozo de su tiempo

    les vivo agradecido.

     

    A los amigos que, por el trabajo

    el tiempo compartimos,

    y que en cada saludo cotidiano

    estrechamos el vínculo,

    por los que nos recuerdan, por los que recordamos

    cargados de añoranzas

    cada vez que su nombre repetimos.

     

    Por los amigos que se encuentran lejos,

    y que tiempo y distancia no han podido

    ni un solo instante

    mermar ese torrente de cariño

     

    Nos tiene confinados la pandemia.

    Y desgraciadamente

    no puedo estar contigo

    para darte un abrazo caluroso,

    y decir cuanto extraño

    las prolongadas charlas que tuvimos,

    y que espero impaciente

    volver a oír tu risa

    con la que tantas veces endulzaste mi oído.

     

    Pero al hablar de todos,

    mi palabra también se la dirijo

    a quien me dio la espalda

    y olvidó que un amigo,

    es un ángel que Dios envió a la tierra

    para que tú pudieras conectarte

    con lo que es infinito.

     

    A ti que estás leyendo este largo discurso

    quiero llamarte amigo.

    Quizás no me conozcas

    pero sigues pendiente del escrito,

    es por eso te invito cordialmente

    a que me llames como yo, tu amigo.

     

    Dichoso tú sí tienes una madre,

    un hermano, un tío,

    un esposo, una esposa

    un ahijado, un sobrino.

    Dichoso el que logró sintetizar su vida

    prodigándose en hijos.

     

    Bendecido si tienes una abuela

    que deslice en tu oído

    la sublime oración del Padre Nuestro,

    o te narre una historia donde el héroe

    sea a ti parecido.

     

    El amor es ideal sin duda alguna,

    no existiría la especie si faltara ese rito,

    pero el amor sin condición alguna

    sea este o no recíproco,

    solamente lo logra

    el que tiene un amigo.

     

    Un amigo es tu hermano

    a veces más allá que el consanguíneo,

    es un Ángel que Dios envió a la tierra,

    para que tu pudieras conectarte

    con lo que es infinito.

     

    Un amigo es tesoro que el cielo te regala,

    agradece a la vida por tenerlo contigo,

    porque si lo extraviaras,

    si alguna circunstancia destruyera ese vínculo,

    no hay duda en ese caso

    que estarías perdido.

     

    Hoy quiero dirigirme

    a todos mis amigos.

    Los que están junto a mí,

    los que están lejos

    y los que ya se han ido.


     

  • Año nuevo

    Año nuevo

    A quienes han deseado un año bueno
    que acaba de iniciar en este día,
    Dios los colme de amor y de alegría,
    mucha salud y un ánimo sereno.

    Que todo el año sea de dichas pleno,
    que en sus entornos reine la armonía
    y que ser solidarios sea su guía
    en el propio dolor y en el ajeno.

    Seamos de nuestras naves capitanes
    y que de luz se inunde el universo,
    no en balde el cielo nos forjó titanes.

    Que el éxito corone los esfuerzos
    y la fortuna premie los afanes
    es el íntimo anhelo de estos versos.

  • Noche vieja

    Noche vieja

    Año dos mil veintiuno, con recelo
    asoma taciturno y azorado,
    al mirar al planeta consternado
    porque el temor le ha cancelado el cielo.

    La terrible pandemia es un flagelo
    que a los pueblos del orbe ha condenado
    y pueblos y naciones ha diezmado
    multiplicando muerte y desconsuelo.

    Mas, no obstante, la vida es bienhechora
    y a pesar de la ausencia de bonanza
    forjemos juntos una nueva aurora.

    Aunque el futuro es turbio en lontananza
    a guisa de la caja de Pandora
    no abandonemos nunca la esperanza.

  • Divin@ si lo adivin@ 004

    Divin@ si lo adivin@ 004

    Soy estación sin tranvía
    de tonos multicolores,
    se fue el que todo lo enfría,
    y al irse, clareando el día
    llegaron aves y flores.

    Dicen que traigo el calor
    y la lluvia, si me irrito,
    con tres meses de sudor
    y millones de mosquitos.

    Dizque tengo parecido
    a eso que llaman hastío,
    y que vivo entrometido
    entre el calor y entre el frío.

    Las montañas se han vestido
    de nieve, pues ha llegado
    un señor que viene helado,
    pintando en su recorrido
    de blanco, montes y prados.

    R [maxbutton id=”1″ text=”Las 4 estaciones” ]