Mérida, Yucatán.
La danza contemporánea para niñ@s es escasa. Y más rara es la que hacen los infantes para sus pares.
En el XV Festival Internacional de Danza Contemporánea Avant Garde de Mérida, se presentó la pieza dancística “Play. Por el derecho de las niñas y los niños”. Obra coreográfica de Cristóbal Ocaña, director del acto y de Umbral Danza Contemporánea, que festejó sus 25 años de existencia.
Ocaña, en esta ocasión apostó, por una danza que construyó con cinco niñas estudiantes de la Escuela Infantil de Danza Clásica del Centro Estatal de Bellas Artes: María de los Ángeles Ocaña Dorantes, María José Miranda May, Soledad Rodríguez Ayala, Laura Elisa Andrade Castro y Ana Paola Cimé Góngora, quienes no obstante su corta edad (entre los diez y los once años), demostraron una extraordinaria capacidad para desenvolverse en el foro con seguridad y con precisión en todos los movimientos corporales y en el espacio. Aunado a esto mostraron un nivel interpretativo fuera de todo diletantismo.
“Play. Por los derechos de las niñas y los niños”, aborda la alegría de esta etapa de la vida, el juego infantil y los problemas a los que se enfrentan l@s infantes. No todo es color de rosa. En el mundo hay pequeñ@s que no tienen asegurados sus más elementales necesidades: la alimentación, el abrigo, la salud y la educación.
A las tres funciones en el Teatro Armando Manzanero asistieron niñas y niños de diversas escuelas de nivel elemental: primaria y preescolar.
Al final de la función las bailarinas invitaron a l@s infantes a subir al foro. Aquello se convirtió en algo fuera de lo común. La alegría y las risas estuvieron presentes.
25 años haciendo danza
Umbral Danza Contemporánea festejó sus 25 años de vida. La develación de la placa conmemorativa estuvo a cargo del Secretario de la Cultura y las Artes de Yucatán Roger Metri, el actor y bailarín Ariel López Padilla, la maestra Patricia Aulestia y el crítico de artes escénicas Juan Hernández, quien colabora en el suplemento Confabulario. Segunda época del diario “El Universal” de la Ciudad de México, entre otras personalidades.
Asimismo se presentó el libro; “Barro Rojo: la izquierda en la danza mexicana” de Juan Hernández, con los comentarios de Patricia Aulestia y Jorge Cortés Ancona, titular de Literatura de la Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán.
Por: César Delgado Martínez
o en comodato.
iz pretende en ese lugar poner una tienda de artesanías, sin tomar en cuenta que prácticamente quiere echar a la calle a más de 300 artesanos, a los que les prometió que sus productos se seguirían vendiendo ahí. Cuestión que no le creen los afectados.
roblema está siendo ocasionado por una pareja (Mónica Peña y Martín Pérez, administradora y asesor, respectivamente, de Cinco Pueblos) quienes “no son de Nayarit”. Con esta lógica quiere decir que todos los que no hayan nacido en estas tierras no tienen ningún derecho a trabajar o que los van a mandar a sus lugares de origen.
Poco después de las ocho de la noche del jueves 30 de agosto, dio inicio la ceremonia de entrega de reconocimientos e incentivos económicos a quienes resultaron ganadores de la convocatoria lanzada este año por el Gobierno del Estado de Nayarit, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, la Secretaría de Cultura del Estado de Nayarit y el Festival Cultural Amado Nervo. La secretaria de Cultura, Catalina Ruiz Ruiz; y el secretario general de Gobierno del Estado, José Trinidad Espinoza Vargas; fueron los encargados de realizar la premiación.
énicas son fundamentales las prácticas. Donde los estudiantes muestran el nivel que han alcanzado y al mismo tiempo adquieren la experiencia en las tablas que les servirá en su vida profesional. Teoría y praxis deben conjugarse de una manera indisoluble.
No es pésima memoria. Ni mucho menos. Para este tecleador llegado de la tierrita a la gran urbe. La participación de Cuanina (“la loca”) interpretada por Ana Paola Loaiza fue sencillamente fuera de serie. Como “poseíada” asumió su papel hasta las últimas consecuencias. La escena de este personaje cuando fue violada por Martín Fernández (Eugenio Rubio) con todo lo que tiene de reprochable, cruel, inhumano, despiadado y morboso; constituyó un instante de magnificencia. La categoría estética de lo bello se dejó sentir en todo su esplendor.
